Un foul provocó lágrimas a un pelotero de Grandes Ligas. Y no era para menos...

El Jardinero de los Chicago Cubs, Albert Almora, lloró desconsolado al percatarse que un batazo suyo, de foul a las gradas, impactó a una niña de edad pre escolar que estaba junto a su familia presenciando el partido entre los Astros y los Cachorros, en el estadio de Houston.

La chiquita fue llevada a un hospital tras el peligroso bolazo. Lamentablemente, la mayoría de los parques de béisbol profesional sólo tienen instaladas mallas protectoras detrás del plato, cubriendo desde el dugout visitante al dugout local. Hace tiempo que debería ser requisito que en todos los estadios extiendan la malla de esquina a esquina, desde el poste de homerun del Left Field hasta el poste del Right Field. Esto debe hacerse también a Puerto Rico

La imagen de la niñita llorando es perturbadora, así como es conmovedora y loable ver a Almora compungido y genuinamente preocupado, a lágrima viva.

"I'm speechless, at a loss for words. Being a father of two boys." Albert Almora speaks after scary foul ball incident: https://t.co/wIl0a3TxAr pic.twitter.com/ONxuzw85jA

— NBC Sports Chicago (@NBCSChicago) May 30, 2019

El fanático que recuperó la pelota que golpeó a la infante, David LeVasseur, de 26 años, dijo que la chica estaba consciente y que ni la bola ni el área del accidente tenían rastros de sangre, afortunadamente.

Según Statcast ese batazo de foul de Almora viajó 160 pies en 1.2 segundos, equivalente a un proyectil a 90 millas por horas.


[Rest. EL BATEY @ Bairoa, Caguas]



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