BASKETBALL BSN

viernes, 11 de marzo del 2016
Arde el Rancho Vaquero ¿culpa de?
En la pre-temporada, todos los equipos tienen aspiraciones de campeonato, algunas reales, otras para las gradas. Y en el papel, hay equipos que podemos ver equipos con opciones reales al campeonato. Los apoderados confeccionan equipos, muchas veces para complacer a los fanáticos y para vender abonos y taquillas, sin que ello necesariamente signifique que es un equipo bien construido.

Eso nos trae al caso de los Vaqueros de Bayamón. Cuando los Vaqueros hicieron la transacción de Peter John Ramos, fue una movida de mucho impacto, ya que estaban adquiriendo al Jugador Más Valioso del torneo 2015, con números impresionantes en ofensiva, a cambio de Kleon Penn, una muralla defensiva en la pintura, y Kyle Viñales, un armador novato con buenas cualidades ofensivas. En esencia, los Vaqueros cambiaron la filosofía de jugar defensa por la de anotar muchos puntos.

El equipo que contrate a Peter John debe estar claro que está adquiriendo un jugador capaz de tomar el control en el lado ofensivo, pero que no defiende a nadie. Peter John ha sido dirigido por los mejores dirigentes del país, entre ellos Flor Meléndez, y ninguno ha logrado que Peter levante las manos o se comprometa a hacer el esfuerzo mínimo en defensa. Peor aún, cuando no le pasan la bola, Peter simplemente se quita, física y mentalmente del juego.

En Andrés Torres, los Vaqueros adquirieron un buen armador que en Guayama lo tenían de cheerleader. Iván Flores le ha dado la confianza y Andrés ha podido demostrar que puede ser armador regular en el BSN. En cuanto a los refuerzos, Bayamón trajo a Jeleel Akindele, un centro bueno en ambos lados de la cancha, pero que no juega lo suficiente por estar Peter John; a Francisco García, que sus mejores años pasaron, a pesar de que a veces da destellos de su grandeza como tirador; y a Russell Walker, que apenas ha jugado, y el poco tiempo que ha estado en cancha no ha demostrado nada.

En la temporada muerta, ciertamente los Vaqueros ganaron en movidas de nombre, y muchos pensábamos que tendrían gran temporada. Sin embargo, luego de 7 juegos, los Vaqueros comparten el sótano con Ponce y Manatí para un decepcionante 2 y 5. Sí, la temporada es joven, pero la gerencia bayamonesa le entregó las riendas de un equipo con personalidades difíciles a un coach novato. Podrán decir que Iván Flores es responsable del pobre arranque de los Vaqueros. Sin embargo, eso no es necesariamente cierto. El coach juega con el personal que tiene. Somos de la creencia que este equipo no está bien construido (están urgentemente necesitando un delantero fuerte y un armador suplente).

Pero en Bayamón la fanaticada no perdona, y lamentablemente el coach es el que va a pagar los platos rotos. Ya se rumora por las redes sociales que los Vaqueros han hecho acercamiento a Eddie Casiano. Ciertamente, perder en Aguada luego de estar ganando por más de 20 puntos, ayudará a empujar a la gerencia a tomar la decisión más predecible: cambiar el dirigente. Con esta plantilla, ni Phil Jackson puede mejorar este equipo. Es tiempo que las gerencias acepten su responsabilidad por la pobre confección de sus equipos.

FOTO: BSN




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