Y Todo 16 Años Después...

Podría parecer ilógico el observar a Carlos Arroyo a sus 38 años dominar el baloncesto local a su gusto. Ganando un MVP de un juego de estrellas y ser candidato sólido a jugador más valioso de la temporada. Inmenso que un jugador de su calibre esté en esta plana y en este dominio. El propusor de la última dinastía que se haya visto en el BSN. Aquellos Cangrejeros de Santurce liderados por Arroyo, ganaron 4 titulos en linea para los años 1998 al 2001.

Después de esos tiempos de evolución continua en el baloncesto local, fue nuestro embajador en la selección nacional por más de una década. Y en unas olimpiadas fue a hacer historia en la seleccion nacional. Dándonos la alegría más grande baloncelísticamente hablando en Atenas 2004, con aquella paliza al Dream Team de USA. Luego sus caminos se dirigieron a Europa y luego se ganó su lugar en la NBA e hizo su nombre allí. Y con la misma sutileza que tenía de joven vuelve a Europa ya como veterano después de años muy buenos en NBA, y se pasea por los mejores clubes posibles (Maccabi Tel Aviv y Barcelona) y se hace aún más grande. No conforme con eso a sus treinta y tantos años vuelva al BSN hace un par de años y de inmediato convierte en contendor a Santurce, lidera la liga en asistencias y fue un virtual MVP en ese 2015.

Ahora vuelve en el 2017 a su tierra natal de Fajardo y es de virtuosos que aún sea el jugador mas desequilibrante del BSN. Y esto 16 años después de hacer a Santurce una dinastía. Por eso es el mejor jugador actual del BSN y posiblemente el mejor base de la historia del BSN y todavía batallando por ser el mejor de la historia. Y todo eso haciéndolo hoy, 16 años después de la última dinastía que se recuerde en el BSN. Gracias Arroyo, porque le diste sentido al baloncesto puertorriqueño.