Llega la semifinal más pareja de esta Copa América, Chile Vs Colombia. El sur contra el norte, el vino contra el café y la roja contra la amarilla. Un enfrentamiento digno de ser el partido más parejo en el papel hasta el momento de la Copa. Ambos llegan con realidades distintas, y es que así casi siempre son los partidos en este tipo de torneo. Chile llega humillando en cuartos a México y Colombia llega sufriendo desde los penales con Perú. A pesar de esas realidades, no se vislumbra un juego abierto.

La llave de esta semifinal pasa por el mediocampo. Nada raro, porque en el fútbol tradicionalmente quien gana la batalla en la medular de la cancha es quien domina el partido. Pero esta vez la medular será trascendental. Por un lado Colombia le cuesta mucho trabajo enlazar a sus volantes con su número 10 James Rodríguez. Le cuesta esa triangulación lógica, que haría que Colombia tuviese más oportunidades de gol. Para los cafeteros es prioridad tratar de entrar a James en contacto con la pelota rápidamente. Aunque para eso jugadores como La Roca Sánchez y Juan Guillermo Cuadrado tienen que ayudar en la recuperación y en el pase. Si esos tres nombres funcionan, al frente Carlos Bacca no perdona. La cuestión es que hasta el momento esos tres nombres no ganan la batalla en el medio con claridad y por ende Colombia no logra sentenciar sus encuentros.

La idea de Colombia tiene que pasar por el ataque con James, luego abrir las bandas para que Chile no gane tan fácil la pelota para luego dar el pase justo y correcto a Carlos Bacca. De esa manera Colombia puede hacer algo de daño a la Roja. Sin embargo La Roja llega con un nivel de confianza supremo, luego de la goleada histórica a México. El campeón está aquí y está de vuelta. Este pasado sábado la furia Roja volvió a rugir. Y Chile con confianza es una amenaza seria. Pero hay que analizar sabiendo que su mejor jugador Arturo Vidal no estará en el partido por acumulación de tarjetas. Baja sensible e irremplazable. Lo que hace Vidal en cancha es sublime. Es el alma de la Roja, quien lleva los ritmos del partido y a pesar de ser un jugador fino, también se sacrifica en los detalles pequeños del juego. Aporta tiro, asiste, defiende y ayuda en la salida, más es parte esencial en la creación de juego. Que no esté El Rey Arturo es para preocuparse allá en Santiago.

Ahora vamos a enfocarnos en lo que queda en el equipo. El juego de Chile es muy energético y su nivel de intesidad es su mayor virtud. Suelen ganar los balones divididos y en el fútbol los estados de ánimo componen muchísimo. Presionar el medio campo será la orden de juego, por momentos veremos roces fuertes en el mediocampo, todo para intentar que Colombia nunca se sienta seguro con el balón en los pies. Aunque la gran clave vendrá con su trío de ataque, pues al no estar Vidal hay que centrarse en su tridente de ataque. Entre Alexis Sánchez, Juan Vargas y Puch saldrán las posibilidades de Chile. Estos tres con espacios son mortales. La diferencia del juego es que a diferencia de Colombia, esta selección sí sabe triangular y dar el pase correcto. Más su juego aereo es muy eficiente. Son un grupo que ya ha ganado grandes cosas y juegan de memoria. Si la ausencia de Vidal logran disimularla y la conexión no se cae con su tridente de ataque, Chile es un sólido candidato a llegar a la final.