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jueves, 03 de septiembre del 2015
OJO: Cuando el CrossFit duele
Nadie duda de la veracidad en el principio de mantener un cuerpo sano mediante una rutina de ejercicios diaria. Está más que probado los beneficios a corto y largo plazo como resultado de esta actividad. Nuestra naturaleza humana anhela resultados de forma rápida, a la vez que se insta el viejo dicho de “sin dolor no hay resultados”.

A través de los años, investigadores y expertos en el acondicionamiento físico buscan distintas alternativas para cumplir con estas dos demandas; ejercicios de alta intensidad que maximicen el esfuerzo y tiempo invertido en un tiempo relativamente corto. ¡Bienvenidos al mundo del CrossFit!







El CrossFit es una combinación de ejercicios funcionales y diversos que se ejecutan con alta intensidad y sin pausa durante el periodo de entrenamiento. El propósito de estos ejercicios es desarrollar fuerza y tono muscular al incrementar la función muscular con la repetición de movimientos alternados durante el ejercicio y su aplicación en actividades cotidianas.
Esta modalidad mezcla distintas disciplinas del deporte, tales como la halterofilia, el atletismo, la gimnasia y sobre todo la resistencia. Con ello, se propone incrementar la resistencia cardiovascular y respiratoria, resistencia muscular, fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, agilidad, psicomotricidad, equilibrio, y precisión.







Es precisamente la naturaleza intensa del CrossFit, y el grado en que sus participantes modulen esa intensidad, lo que más preocupa a médicos especialistas en deportes por su potencial de riesgo a la salud. Una de las condiciones más temidas es la rabdomiolisis (Rhabdomyolysis). Existen distintos factores que promueven la presentación de esta condición: consumo de drogas, extremos de temperatura, deshidratación grave, enfermedades genéticas, o esfuerzo físico extremo, entre otros.













Vela por estos síntomas:
Ante el ejercicio intenso, existe el riesgo de destrucción en las células del músculo. Uno de los componentes de estas células es la mioglobina, proteína que puede resultar tóxica al riñón cuando alcanza altos niveles en sangre. Algunos de los síntomas son que la orina tome un color oscuro o rojo, disminución en la producción de orina, debilidad generalizada, rigidez o dolor muscular (mialgia), sensibilidad muscular, debilidad de los músculos afectados, dolor articular, convulsiones y aumento de peso (involuntario).







Si es tratado a tiempo (rehidratación, diálisis, depende el caso), no presenta mayores complicaciones en el proceso de recuperación. Un cuadro severo de esta condición puede desencadenar en necrosis tubular e insuficiencia renal aguda, desequilibrios químicos dañinos en la sangre y shock (baja presión arterial). Ante la inhabilidad del riñón de filtrar y excretar electrolitos, muchos de ellos se acumulan en la sangre; causando desbalances en la conducción cardiaca como ocurre con niveles altos en potasio, causando arritmias letales. Si se presentan uno o varios de estos síntomas, es necesario buscar atención médica inmediatamente.







Todo es bueno, solo tienes que escuchar tu cuerpo
El propósito de este escrito no es desanimar a aquellas personas que disfrutan la modalidad del CrossFit, sino de concienciar que esta actividad debe practicarse con moderación y se debe mantener alerta ante las posibles complicaciones que pueden presentarse con su exceso.







La clave para mantener una rutina de ejercicios saludable estriba en escuchar al cuerpo y no sobrepasar sus capacidades, hidratación continua durante la actividad física, seguidos de periodos de descanso donde el cuerpo pueda recuperarse.







William Felix, MD es especialista certificado en medicina de emergencia y deportiva. Actualmente labora en Florida Hospital Health Park Lake Nona y como consultor médico para la NBA. Para mayor informacion, comuniquese al (407) 930-7800 o acceda a http://www.healthparklakenona.com/specialists.html




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