El F.C Barcelona ha creado un sinnúmero de ocasiones de gol ante la Real Sociedad, Valencia, Deportivo de La Coruña y Sporting Gijón, pero también ha concedido ocasiones clarísimas y el pasado sábado no fue la excepción.

En la primera mitad en el Camp Nou, el Sporting tuvo dos oportunidades de gol que no entraron debido a la mala definición de Álex Menéndez (con el marcador 0-0) y por la garra de Mascherano y Piqué salvando un gol en la línea a escasos segundos de que concluyera la primera mitad.

El Barça crea peligro, pero hasta que no tiene una gran ventaja en el marcador, se sigue viendo vulnerable. Esta ha sido la temática desde el último parón FIFA y todavía sigue asechando a los culés. La situación no parece que vaya a cambiar en lo que resta de temporada, así que los últimos tres partidos ligueros del Barça (Betis, Espanyol y Granada) prometen ser una montaña rusa de emociones.

Luego estuvo el árbitro, Clos Gómez, para añadir la gota de polémica al partido. En el primer gol del Barça, parece haber falta de Luis Suárez sobre el portero del Sporting, Cuellar, por lo que el tanto de Messi podría haber sido anulado. Posteriormente, con el 1-0 todavía en el marcador, Jordi Alba ejecuta un centro y Vranjes comete una mano clarísima dentro del área, pero el colegiado no pita penalti. Minutos después, en el segundo tanto del Barça, tras una excelente acción entre Neymar, Messi e Iniesta, Suárez se encontraba en claro fuera de juego cuando anotó, pero el liníer no levantó el banderín. Ya con el partido resuelto, 3-0 en el marcador, vendrían 2 penales rigurosos contra el Sporting y el resultado final sería demasiado abultado para lo que fue el partido.

Y Messi. ¿Qué decir de Messi que no se haya dicho ya? Cuando está, es capaz de todo. Absolutamente todo. Luis Suárez podrá haber marcado 4 goles (entre ellos 2 penales y un ‘tap in’), pero el mejor jugador del partido lo fue el pequeño argentino. Messi regateó y repartió el juego como quiso. Puso el balón dónde quiso, como por ejemplo, un brutal pase filtrado a Neymar en la primera mitad que el brasileño no pudo convertir. Messi, sin duda alguna, cuando decida dejar de jugar arriba y baje al mediocampo, será la versión 2.0 de Xavi Hernández.

En resumidas cuentas, el Barça obtuvo 3 puntos vitales que lo acercan aún más al título de la Liga a falta de 3 jornadas. Eso sí, aún sigue arrastrando signos de depresión y concede ocasiones peligrosas de gol, que en la tarde del sábado no terminaron en goles por suerte. Le quedan dos viajes fuera del Camp Nou (Betis, Granada) y recibir al eterno rival de la ciudad, el Espanyol, en el que sin duda alguna será un partido a muerte. Pero el Barça, a pesar de seguir recibiendo sustos partido tras partido, controla su destino. Si gana los 3 partidos que quedan, será campeón de la Liga 2015/2016. Así de sencillo.

FOTO Portada: Alejandro García / Mundo Deportivo