La palabra "impago" está de moda en Puerto Rico. Con las connotaciones negativas que tienen, es una realidad que ha tocado al gobierno de Puerto Rico, como le ha pasado a países "grandes" como Argentina, Grecia y España. El impago es la incapacidad de un deudor para cumplir con unas obligaciones económicas previamente contraídas. En escencia, es un inclumplimiento de contrato, sea justificado o no.

Pero el impago no es exclusivo del gobierno de Puerto Rico. El impago en el BSN es asunto recurrente año tras año. Los casos de apoderados que incumplen con los salarios de los canasteros es cosa común, por más reprochable que sea. La liga hace poco o nada por corregir esta mala práctica de los apoderados.

Previo al comienzo de la presente temporada, era de conocimiento público que la mayoría de las franquicias le debían dinero al menos a uno de sus jugadores por servicios de la temporada 2015. De los casos más sonados fueron los de los Mets de Guaynabo, que le debían dinero a Larry Ayuso, Christian Dalmau, y el más comentado, a Rick Apodaca. En Mayaguez, Filiberto Rivera por poco no juega. En Bayamón le debían a unos cuantos. Hasta en Guayama, que tenía fama de pagar a tiempo, había incumplimiento. En Manatí fue bien comentado el caso de David Huertas, que presentó un recurso legal para embargar la taquilla de los Atenienses, hasta que Felo Rivera se comprometió a pagarle.

El reglamento del BSN establece que de existir deudas con canasteros de la temporada pasada, los equipos no podrán presentar refuerzos. Eso lo podrían subsanar entrando en acuerdos de planes de pago con los jugadores. Tal era el caso de Mayaguez, que estuvo a raya de no poder comenzar con refuerzos, antes de alcanzar un acuerdo de último segundo con Filiberto.

Así las cosas, la liga anunció con bombos y platillos el comienzo de la nueva temporada, asuciendo al hecho de que todas las franquicias habían acordado con los juagdores afectados. Próxima a terminar la actual serie regular, sale a relucir, por voz de un jugador (Jowen Villegas) que hay equipos que no están cumpliendo con los planes de pago. Claro, como pasa con la mayoría de las controversias en la liga (la falta de pruebas de dopaje por ejemplo) se hacen de la vista larga, y a falta de prensa deportiva incisiva, los asuntos quedan en el olvido.

La liga definitivamente no vela por los mejores intereses de sus compnentes. Sin jugadores no hay liga. El BSN no protege los juagdores. Los mismos jugadores no acaban de cementarse como unión y detener los atropellos de los apoderados. No se supone que la liga defienda los actores principales del espectáculo? Cuándo el BSN contará con un Presidente que se le pare de frente a los apoderados?

Lo responsable es que la liga empiece a implantar el reglamento. Que le quiten los refuerzos a los equipos para los playoffs, para que vean como aparcen los chavos. Y el que no pueda correr una franquicia sin aportación gubernamental, que se quite. Total, para el torneo 2017 no habrá dinero gubernamental. Ya las elecciones habrán pasado.