BASEBALL WBC

jueves, 23 de marzo del 2017
El Sub-Campeón más grande de nuestra historia
El desenlace de éxtasis llegó a su fin. Nos elevó desde el punto más bajo hasta lo más alto. El Clásico Mundial de Béisbol se convirtió en un refugio de emociones y de sueños para un pueblo. Todo eso nos hizo sentir un equipo. Cuando se logra eso, logras impactar de la mejor manera. El resultado final no nos acompañó, ayer en la noche el juego de Puerto Rico no pudo establecerse. Nos faltaron muchos detalles que en una final te pasan factura.

Aún así la gesta es impresionante. Fueron dos semanas durmiendo como el mejor equipo del torneo. La mejor defensa de todas, el bateo estaba respondiendo y los lanzadores se dotaron e hicieron el trabajo. La unión fue la clave, buscar confraternización fue la vía para crear buen ambiente y poder disfrutar lo que se estaba haciendo. Estos jugadores no saben lo que han hecho, no tienen ni idea de que crear una identidad deportiva es complicadísimo. Pero ellos la crearon en en este torneo. Vale más trazar caminos que otros aprovecharán, que mil títulos vacíos sin ninguna repercución.

Desde que yo recuerdo, nuestro país ama al béisbol, pero ahora ya no solo lo ama, lo juega y se divierte, sino que, en estos momentos poseen una identidad mental de juego que no se aprende en la academia. Se aprende con ejemplos con vivencias, se aprende viendo jugar a un equipo esperanzador, se aprende tratando de emular consignas. El Team Rubio trazó el camino para todos los demás y les regaló una identidad mental que durará por la eternidad y ese es el legado que vale más que un título.

La historia nos absolverá, porque hemos sido el equipo que le puso color, ganas y esfuerzo a este torneo. No pasa nada, no siempre se puede ganar, hay veces que el juego dicta esos parámetros y no te deja llegar a unas metas. Este fue un Clásico mágico, de esos que te hacen creer y soñar. Arribar a una final es una gesta impactante, hacerle frente al todopoderoso equipo estadounidense también lo es.

Llegamos jugando nuestro juego y perdimos con nuestra identidad. Lo importante es que ante el mundo del béisbol dejamos escrito que somos una potencia. Ya no somos un equipo en proceso, somos un grupo de presente. El béisbol en Puerto Rico es el más beneficiado porque al igual que países les ha costado crear una identidad en algún deporte, ahora nosotros la hemos creado en el béisbol. Somos una inminencia y eso vale más que cualquier título. No hay mejor manera de ser grande, no la hay.




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