Arte Gráfico: BasketWallpapers.com

== EDITORIAL de José Roldán tras el cambio entre los New Orleans Pelicans y los Sacramento Kings, en el que DeMarcus Cousins y el forward Omri Casspi se unen a los Pelícanos, a cambio de Buddy Hield, Tyreke Evans, Langston Galloway, y dos picks de futuros drafts. ==

Otra historia quedó sin resolver este pasado fin de semana en la NBA. Resulta que, en la capital de California, decicidieron desprenderse del hombre grande más talentoso del juego, Demarcus Cousins. Y es una historia que ha quedado en la nada, inconclusa, porque nadie recuerda logro alguno de Cousins en su estadía allí. Fueron seis años de decepciones, de querer ver que el talento de este jugador impulsara al colectivo, sin embargo eso no estuvo ni cerca de suceder.

Pasaban los años y la ilusión continuaba. Y era de esperarse, esos fanáticos estaban viendo a un jugador privilegiado, de esos que son capaces de desbordar las estadísticas y hacer ganar a un equipo por sí mismo. Pero esa última línea "hacer ganar a un equipo por sí mismo", nunca se dio. Y realmente no es para ser ventajistas con el tema, pero una realidad latente es el poco énfasis en hacer mejor a su equipo, que tenía el ex de la universidad de Kentucky. Las estadísticas nunca le faltaban, era, es y será un esplendido jugador. Aunque no siempre eso basta para ser exitóso. Incluso, en un momento llegué a pensar que si Demarcus se mantenía en Sacramento, podía ser recordado como : El Mayor Talento Desperdiciado De La Historia Moderna.

Muchas personas que no siguen a esos Kings, podrían imaginar que estamos siendo crueles con este escrito. Y la realidad dice que, el problema de este jugador era tal, que se le podía dedicar un escrito semanal. Sus malas actitudes, su falta de compromiso, sus problemas con sus compañeros y su egoísmo oculto, camuflajeado con unos números estratosféricos que no dicen la línea verdadera. Cómo es posible que en seis años, ni siquiera este jugador pudo estar cerca de hacer la postemporada. Ni cerca estuvo, siendo el gran jugador que es. Y es cierto que los equipos son conjuntos, no se gana solo, pero la parte mental del juego y la táctica, era la manera en que Cousins siempre dirigió estos años en Sacramento. Quería ser el líder, pero esa manera de ser caudillo, no va en deportes de conjunto. No sabía tomar las decisiones correctas en el momento indicado. Esos pequeños detalles, son los que te impulsan o te sepultan, no hay intermedios. A eso le podemos añadir, su problema de compañerismo, que llegó a ser tan grande que se cargó a Tyreke Evans y a un legendario como George Karl. A ambos Cousins les hizo marcharse por su mal entendimiento del juego. Récord perdedor en cada una de sus temporadas, ese es su Curriculum Vitae.

Ahora, tiene una segunda oportunidad de reivindicarse. Nuevos aires, nuevas metas y a su lado jugadores de gran talla. Como fanático del juego quiero que Cousins triunfe. Lo quiero ver dentro de playoffs y haciendo lo que mejor sabe hacer. Las segundas oportunidades tienen que aprovecharse y más con semejante calidad. Lo que si no podrá enmendar es su paso ausente por Sacramento. Un vacío enorme, el cual nunca pudo llenar. Lo único que dejó en Sacramento fue una sensación de olvido y de que nadie le extrañará.

Vamos Demarcus, quiero verte triunfar, porque se lo debes al baloncesto.