BASKETBALL NBA

lunes, 08 de febrero del 2016
Fin al experimento Fisher en NY
La franquicia de los Knicks de Nueva York lleva sumida en desgracia competitiva un tiempo considerable. Atrás quedaron aquéllas ediciones que se enfrentaban todos los años a los Bulls de Michael Jordan. Aquéllos equipos contaban con estrellas como Patrick Ewing, John Starks, Anthony Mason, Charles Oakley y Allan Houston, entre otros.

Recientemente los Knicks dieron muestras de vida con la llegada a la gran manzana de la mega estrella Carmelo Anthony, y bajo la dirección de Mike Woodson, regresaron a la postemporada, a pesar de irse temprano a sus vacaciones. Woodson fue despedido, y en una temporada muerta en la que Melo consideró seriamente unirse a los Bulls de Chicago, optó por el dinero y se quedó en la ciudad de los rascacielos.

El dueño de los Knicks, con la intención de llevar el equipo nuevamente a ser contendores, había nombrado Presidente de Operaciones Baloncelísticas al coach más ganador en la historia de la NBA, Phil Jackson. Phil, que guió con éxito las dinastías de los Bulls con Jordan y de los Lakers con Shaq y Kobe, traía un Resumé impresionante, pero se haría cargo de una franquicia con un róster carente de jugadores de calidad (con excepción de Anthony) y con problemas de salary cap (no tenían mucha flexibilidad para contratar jugadores buenos por las pasadas malas decisiones administrativas cometidas por Isiah Thomas).

Antes de la temporada 2015, Jackson trajo a dirigir a su pupilo de algunos de los campeonatos de los Lakers, Derek Fisher. Este ex-armador, nunca fue una estrella, pero en cancha era una extensión del dirigente, corriendo a la perfección el sistema de Jackson. Por su buena química (y muchos dicen porque sería fácil de manipular), fue contratado para dirigir a unos Knicks con un mal componente de jugadores y en la ciudad más cruel para los que fracasan.

Es por eso, que cuando hoy surgió la noticia del despido de Fisher, la misma no tomó por sorpresa a nadie. La pregunta no era si lo iban a despedir, era cuándo. Y para ser justos con Fisher, a él lo pusieron en una posición imposible. No había manera que con ese roster pudiera ganar, a pesar de que Jackson encontró en el sorteo de novatos al tesoro escondido, el extranjero Porzingis, que está en carrera para el galardón de Novato del Año.

Ahora suenan los nombres de Tim Thibodeau (ex dirigente de los Bulls), Marc Jackson (ex dirigente de los Warriors) y Luke Walton (asistente de los Warriors) para asumir las riendas de este equipo. También está disponible David Blatt (ex dirigente de los Cavaliers, pero se espera que éste regrese a Europa).

Lo cierto es que el que sea seleccionado para dirigir a los Knicks se enfrenta al monumental reto de lidiar con el ego de Carmelo Anthony (en descenso) y de formar un grupo sin la flexibilidad económica como para traer estrellas que puedan devolver a esta franquicia como una de las mejores de la NBA.




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