He leído y he escuchado a muchos sorprendidos con la brillante actuación del puertorriqueño Carlos "Purin" Caraballo (14-0, 14 KO's).

Algunos admiten que nunca lo habían visto combatir, otros ni tan siquiera habían escuchado su nombre, pero ha pasado una semana y el nombre de Caraballo ha recorrido todas las redes sociales. Ese Caraballo que hoy todos mencionan, que demostró defensa, laterales, golpeo certero y potencia, siempre ha existido. El detalle era que no había enfrentado a un rival de calidad que confirmara las habilidades mencionadas. El mexicano Leonardo Báez, un rival experimentado, fue el indicado para saber de que estaba hecho Caraballo.

No puedo negar que tenía mis serias dudas con Caraballo, pues prácticamente los 13 rivales que había enfrentado eran de pobre calidad. De lo que no tenía duda era de su pegada. Pero hubo algo que si me llamó la atención de él.

En abril del 2018 enfrentó al mexicano Pedro Rodríguez en el "Choliseo". El mexicano era el típico jornalero que viene a pelear y no a darse el clavado. Caraballo estaba demostrando su superioridad y en el 3er. asalto el mexicano lo envió limpiamente a la lona. Caraballo se levantó tranquilo y continuó con el plan trazado. Sin desespero alguno continuó castigando a Rodríguez hasta noquearlo en el 4to. asalto. En ese momento me demostró buen temple para situaciones incómodas.

La pasada semana Caraballo aclaró gran parte de mis dudas. Ahora lo que resta es que su equipo mantenga rivales de buena calidad en sus próximas contiendas para que sus habilidades continúen en desarrollo.

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