BASKETBALL NBA

lunes, 20 de junio del 2016
El 'jump shooting' le pasó factura a Golden State
Hay nuevo campeón en la NBA, se ha consumado el milagro que hasta las iglesias de Ohio presentaban en su muro dominical. Pero, ¿qué le paso al mejor equipo de la NBA, uno que llevaba dos años al máximo nivel?

Pues esos guerreros de la bahía sucumbieron por ser cada vez más un "jump shooting team". Así los expertos los catalogaron hace más de un año. Los tildaban de solo saber jugar con sus tiros de largo alcance. Pero Steve Kerr creó un sistema que se dejó sentir principalmente esta temporada. Les cambió la cara totalmente y apagó a sus críticos. Ese grupo acusado de jugar small ball y de abusar del triple ya era mucho más equipo que unos simples buenos tiradores. Agregaron vértigo en defensa. Añadieron jugadas de corte al aro, tipo ofensiva de triángulo, más era un equipo que aprovechaba todos los 'miss match' posibles para hacerle daño al rival. Además se convirtieron en un conjunto de un IQ baloncelístico alto, sacaban provecho de los 'back door', contrata-atacaban como ninguno, y para ser un equipo de baja estatura, reboteaban muy bien. Ya no eran solo unos tiradores.

Todo esas cualidades llegaron gracias al cuadro creado por Kerr, pero al mismo tiempo coincidía con el crecimiento de Draymond Green. Al punto que Draymond terminó siendo el líder en asistencias de este equipo en la temporada. Crearon un prototipo de juego bien armado y con ansias de hacer historia. Su reflejo fue el 73-9 de la temporada regular. Ahí se observa el trabajo de todos esos guerreros. Incluso, llegué a la conclusión que este equipo tenía la ecuación de juego más letal de la NBA. Las variables y las constantes. Decía la fórmula que si Draymond Green tenía un buen juego, si la banca producía algo de puntos y el equipo lograba cerrar los partidos, pues no había manera de que perdieran partidos. Claro está, las constantes del equipo no se tocan porque Curry y Thompson siempre tenían grandes juegos, por eso no se incluyen en la ecuación. Así estuvieron por 82 fechas.

De repente, este equipo mostró un patrón diferente en la serie contra Oklahoma. El IQ ya no era el mismo, no aprovechaban tanto los 'miss match', y los cortes al aro dejaron de existir. Aún así a fuerza de triples, y de un salvador llamado Klay Thomspn, lograron sobrevivir a la amenaza de Oklahoma City. Pero llegaron a la serie final tocados y abusando de lo que una vez les dió mala fama: el constante bombardeo detrás del arco. Cada vez que abusaban sufrían, pero cada vez que Draymond Green tomaba el balón sonreían.

Los días seguían pasando y el triple seguía entrando, incluso se colocaron a una victoria del título. Pero ya su rival los logró descifrar, y sabían que si intercambiabas la defensa en las cortinas era una invitación al abuso del triple y así fue. Los de Steve Kerr cayeron en la trampa, parecía que había un muro en la línea de triples. Terminaron siendo víctimas de su propio juego.

A Steve Kerr se le pasó exigirle más a sus creadores, e insistirle que tenían que jugar más de adentro hacia afuera, porque con esa clase de tiradores lo mejor es crear para ellos y no que ellos jueguen un 'Hero Ball', porque al final esos héroes no pueden contra el colectivo.

Juntos somos más, y Cleveland se unió para detenerlos.






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