BASKETBALL NBA

jueves, 28 de abril del 2016
Rockets a reconstrucción grado B
Ayer en la noche se terminó la temporada para los Houston Rockets, un equipo que estaba jugando una serie de playoffs sin merecerla, sin tener el nivel, pero así lograron hacer los playoffs. Con esa mala imagen de su juego culmina una larga travesía y un núcleo de juegos de esos Rockets, que comenzó con una sorpresiva final de conferencia el pasado año.

Esa final de conferencia fue un maquillaje a la realidad de esos tejanos. Su realidad se notó rápido en el comienzo de esta temporada, por tal razón su antiguo dirigente Kevin McHale fue despedido temprano y desde ahí se comenzó a observar el quiebre total de esa franquicia. Obviamente su juego alocado de transición y de isolations, quedó evidenciado, no hay manera de ser competitivos si juegas tan predecible y para completar eres pésimo defensivamente. Tenían problemas en todos lados, cuestiones técnicas y de química, no son grandes compañeros y eso se refleja en las actitudes de los jugadores.

Posiblemente vimos el útlimo juego de Dwight Howard en Houston, así debe ser por el bien de ambos. Ni Howard está al nivel para ser decisivo y ni Houston necesita un pívot en decadencia como Dwight. Además de esa apuesta fallada con Howard, no tiene demasiados agentes libres relevantes, porque los jugadores más importantes de rol todos tienen contrato asegurado. Tanto Beverley, Ariza y Brewer estarán el año entrante.

Ahora bien, este equipo necesita un cambio de mando desde ya. Necesitan un base armador de jerarquía y un dirigente con ideas. Con la salida de Howard tendrán espacio para pensar en traer un base de calidad, pero tienen que reinventar su manera de jugar. El talento de James Harden es enorme pero necesita ser encarrilado, evitar acaparar tanto el balón y saber que su virtud es la creación. Mucho tendrá que ver su nuevo entrenador pero lo cierto es que su actual dirigente J.B. Bickerstaff no debe volver al banquillo. Ya J.B. demostró que no tiene la capacidad para hacer cambiar las mentes de sus estelares, así que es hora de salir. Lo que le espera a Houston es una reconstrucción de grado B, no masiva, pero extensamente necesaria.




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