La palabra "Super Bowl", siempre genera entusiasmo y euforia, porque es el partido en Estados Unidos a nivel deportivo más importante del año. Y hoy, la NBA tiene su versión del Super Bowl. Juego 7 en el Oracle Arena, hogar de los Warriors de Golden State.

Hace muchísimos años la NBA no albergaba un partido de esta magnitud. No quiero faltar el respeto a la historia y aproximarme a decir que desde la era de Michael Jordan un juego 7 no tenía tanta trascendencia, pero este juego es una joya que la NBA no veía en mucho tiempo. Al menos podemos tener la idea de que hace bastantes años no hay juego tan importante como este.

Los dos ilustres equipo de esta temporada, cierran lo que ha sido un verdadero manjar deportivo en esta final. Se han presentado alternativas de todo tipo, desde suspensiones hasta múltiples multas. Así de reñida se ha comportado esta serie final. Pero hoy toca definirla, ya no hay brecha para alargar. Tan igualada, que en el total de puntos anotados hasta el momento, ambos llegan con 610 puntos en estos seis partidos. Eso nos indica el gran nivel baloncelístico que hemos vivido.

Mirando la parte táctica de lo que posiblemente observemos en este juego 7, se vislumbra que la cancha local debe pesar para un lado. Es obvio y conciso que los Guerreros de la Bahía son los favoritos por jugarse en su patio. Pero la inercia de juego que trae Cleveland es para analizar. No podemos ser adivinos, pero sí tenemos herramientas para anticipar las claves de ambos equipos.

Del lado de Golden State la norma debe ser de entrar en ritmo y calor desde el minuto cero. Por qué digo esto, debido a que el primer cuarto ha sido el motor de las tres victorias de Cleveland. El Oracle será una caldera y Golden State debe utilizarlo a su favor. El ritmo de juego tiene que subir, y para eso el señor Draymond Green tiene que encontrar su mejor partido. Él es el eje de esa escuadra, su juego es contagioso, más si viene dando el pase correcto pues Cleveland tendrá problemas.

La manera que Curry, Thompson y Barnes entran en ritmo con sus tiros es si Green los trabaja para ellos. Si esos Warriors tienen esos tiros abiertos en transición y hacen que los decibeles de la Arena revienten, hay mucha probabilidad de que alcanzen el back to back. Ahí está la clave de Golden State. No analicen demasiado ya en estas instancias no quedan más dibujos que mostrar en la pizarra, aquí ganará el que más quiera el partido y quien más intenso sea.

El lado de Cleveland es simple, LeBron no va a desentonar. Tendrá un partido grande. La clave será que sus compañeros sepan jugar un juego de esta importancia y que el nivel de intensidad sea el adecuado. Yo no tengo duda de que este grupo de Cleveland ha hecho que Golden State se sienta inseguro, obligando a la pérdida confianza al campeón. Han logrado eso a base de defensa y energía. Y cuando tu defiendes con energía, la ofensiva siempre te sonríe. Entrar al tabloncillo con más ganas que Golden State es lo único que hará a Cleveland campeón. No hay equipo en este momento más rocoso que estos Cavs. Ellos se han dado cuenta que le faltaron el respeto al todopoderoso y el campeón está lastimado. Los han hecho dudar y eso en el baloncesto es letal. Cuando se pierde la confianza lo pierdes casi todo, no importa el talento lo pierdes todo. Si hoy Cleveland juega su juego de contacto, agresivo y de energía, no hay duda de que podrá ser campeón. Si esa ecuación no se cumple y dividen intensidad pues habrá back to back en la bahía.

El retorno de Draymond Green para.. ¿salvar a los Warriors?https://t.co/AYP3aI33NR

— NBA español (@_eNBA) June 16, 2016