Nadie que fuera objetivo podía en su sano juicio predecir que los Indios de Mayaguez clasificarían a la postemporada. Y claro, quedan partidos por jugar, pero los Indios no tienen el personal para competir con los demás equipos. Mucho ha hecho David Rosario con un grupo de jugadores que en su gran mayoría no harían el roster de los demás equipos.

Los Indios por poco no juegan esta temporada. Dos valientes dieron el paso para asegurar la participación del equipo, los licenciados José Barea y José Marxuach. Tomaron un equipo que arrastraba deudas con jugadores del torneo anterior, dificultad para conseguir auspicios, y peor aun, un roster con pocos jugadores.

Fue en poco tiempo que tuvieron que empezar a contratar a jugadores que habían sido descartados de otros equipos, como Buster Figueroa, Angel Rosa Clemente, Florentino Valencia, Giovanni Jiménez, Luis Steven Ramírez, y par de juveniles. Las figuras centrales del equipo lo eran Alex Galindo, Filiberto Rivera, Chris Gaston y Ramon Clemente.

Un lento arranque con discretas actuaciones de los refuerzos pusieron en aprietos a los Indios. Pero una vigorosa reacción los llevó a igualar su record a 4 y 4. De ahí en adelante, han perdido más de lo que han ganado, hasta llegar al record actual de 7 y 14, y con remotas posibilidades de entrar a playoffs.

Y aquí es que se tienen que tomar las decisiones de negocio, sin apasionamiento ni fanatismo. Si los Indios no tienen opciones de clasificar, lo sensato es salir de los jugadores que pueden tener algún valor, y que tienen los contratos más cosotosos del equipo, como Galindo, Filiberto y Ramón Clemente. Ya salieron de Gaston por sus exigencias económicas. Es en estos momentos que los equipos que están en contienda buscan hacer los movimientos de cara a los playoffs. Un equipo como Bayamón está necesitado de un armador. A los Cangrejeros y a los Atenienses les hace falta un alero anotador. A esos mismos Cangrejeros les hace falta un delantero fuerte.

Aquí es que los Indios pueden aprovecharse de la necesidad de esos equipos para adquirir prospectos y/o turnos del sorteo para montar una mejor edición para la próxima temporada. Esa ha sido la fórmula de los Maratonistas, hoy Santeros, y ya se ven los frutos. Quedarse con esos jugadores redundará en pobres asistencias y mantener contratos que probablemente tendrán dificultad para pagar. Esto no es nuevo, se hace en todas las ligas de todos los deportes.

Es hora de que los Indios empiecen a pensar en el 2017, porque del 2016 lo que queda es cumplir el itinerario.