En la actualidad no hay nadie como él. Y en el futuro no habrá otro igual.

Leo MESSI solo necesitó 30 minutos de acción y anotar su primer gol de la temporada, marcando así la diferencia en la victoria 2-1 del Barcelona sobre el Atlético de Madrid, para una vez más mostrarle al mundo cuan influyente es en el resultado de un partido. En un dia donde Cristiano Ronaldo terminaba la sequía goleadora de la novel campaña con un repoker, cinco goles anotados, el rosarino decidió junto a su técnico, ser suplente y no "arriesgar" su físico ante una posible lesión, luego de una semana intensa en todos los aspectos de su vida.

El "maldito" parón FIFA, que puso un alto a la competencia de clubes durante una decena de dias, le costó al delantero, 17 mil kilometros de recorrido y cruzar el Atlántico en dos ocasiones. Pero aun más, pudo haberle privado de ver el nacimiento de su segundo hijo. Mateo, que llegó al mundo el pasado viernes.

No obstante, el delantero del Barça demostró lo feliz que es hoy dia y la madurez con que entiende el juego en este preciso momento. Ya no necesita que tenga igual cantidad goleadora que CR7. Ni tan siquiera se ve presionado para alcanzarlo. Tiene a sus amigos, Neymar y Luis Suarez, que aportan al ataque y son armas letales en el dibujo azulgrana. La consigna actual es ganar todo lo posible pero disfrutando de la grandeza del momento.

Si antes era peligroso con el balón amarrado a sus pies, ahora lo es más. El juego se simplifica por que requiere más de lo mental que otra cosa. MESSI pasa por su mejor momento como fútbolista y esto son malas noticias para los demás equipos de La Liga y para la Roma que recibe el miércoles al equipo culé en el inicio de la Champions League.