Nadie puede negar que el 2016 ha sido un buen año para el deporte puertorriqueño, en especial el femenino: Mónica Puig nos regaló la primera medalla olímpica en nuestra historia, Adriana Díaz ha tenido un gran ascenso a nivel internacional, y Carla Cortijo se estableció en la WNBA, abriendo el camino para futuras canasteras boricuas, entre muchos otros casos.

Lamentablemente, ese auge en el deporte femenino no se ha traducido en fanáticos en las gradas. Ya casi nadie habla de Tennis en la isla, a no ser que sea para criticar a Gigi Fernández. Nadie recuerda que las Criollas de Caguas ganaron nuevamente el campeonato de volibol femenino, ni que las Gigantes de Carolina siguen su paso arrollador camino a otro cetro nacional.

A simple vista, las canchas del Baloncesto Superior Femenino están vacías. Apenas se ven fanáticos en ellas. Qué pasa, por qué el apoyo a las féminas no es el mismo que para los varones? La respuesta no es fácil, y no hay una contestación lógica.

Los deportes de varones generan mayor interés, por la razón que sea. Los auspiciadores apoyan más a los varones. Incluso las asignaciones gubernamentales son mayores en deportes de varones. De quién es la culpa? Difícil señalar algo o alguien como responsable de esto.

Si usted es de los que se pregunta cómo aparecen locos que están dispuestos a administrar franquicias en el baloncesto y volibol masculino, imagínese las maravillas que hacen los de los deportes femeninos. Claro, los salarios que ganan los varones son por mucho más altos que los que ganan las mujeres. Una refuerzo del baloncesto femenino puede generar una cuarta parte de lo que gana un refuerzo en el baloncesto masculino, a manera de ejemplo.

Podrían decir que eso es culpa de las jugadoras por aceptar una paga menor. Ajá, y qué van a hacer, no jugar? Podrían señalar a los apoderados, pero ellos dependen de los pocos auspicios que surgen. Los municipios? No señor, eso es una mala costumbre aquí, estar dependiendo de asignaciones gubernamentales para operar negocios privados con fines de lucro que en ocasiones son usados para tirar a pérdida asuntos de otras corporaciones. De la televisión? No hay un productor que se interese por las ligas femeninas (a excepción de DirecTV Sports, que emite algunos juegos del torneo de volibol femenino).

Ah, pero cuando los equipos llegan a finales, esas canchas quieren explotar y aparecen los mega fanáticos. Puedo decir, a manera de auto crítica, que la culpa puede ser de todos nosotros. Cuando de BSN se trata, apoyamos masivamente, pero no lo hacemos con las muchachas. Y es lamentable, porque ellas también juegan, aunque a algunas no les guste esa frase. Pero es cierto, las chicas presentan un gran espectáculo. Ahora, por ejemplo, tenemos a Carla Cortijo participando con Carolina. Por qué las canchas no se desbordan para verla a ella y a las demás?

Es tiempo que reconozcamos que somos injustos con las chicas, no las tratamos igual. Tenemos que comenzar a apoyar los deportes femeninos. Después cuando los equipos recesan o se trasladan de municipio no nos podemos quejar. Basta ya de la disparidad en el deporte, basta ya de la hipocresía. Mea culpa!