¿Alguien en Puerto Rico puede decir que Ramón Clemente, nacido y criado en Nueva York, pero con linaje boricua, no es uno de los canasteros que con más orgullo y entrega ha defendido los colores de la Selección Nacional de Baloncesto?

Como bomba nuclear cayó en la fanaticada deportiva del país la suspensión que impuso la Federación de Baloncesto de Puerto Rico a Ramón Clemente, Alex Franklyn y Kevin Young por no reportarse a los entrenamientos con miras a la AmeriCup. Del trío de suspendidos, Clemente es el querendón de la afición por ser más comprometido y disponible que los mismos nacidos aquí.

Resulta curioso y hasta sospechoso que un jugador como Ramón Clemente, que cuando llegó en las postrimerías del torneo a reforzar a los Indios dijo estar ilusionado con su participación con la Selección este año, de momento declinara venir a practicar. De igual forma Alex Franklyn, que luego de haber debutado como una estrella en la liga, ha bajado su nivel por las lesiones, lo que nos haría pensar que daría el máximo en la Selección para demostrar que le queda gasolina en el tanque. Y Kevin Young, que ha sido tradicionalmente menospreciado en el BSN (hasta que Bobby Porrata y Barea le dieron el break) trataría de demostrar que tiene el nivel para jugar a nivel internacional.

Y quiero aclarar que soy de los que estoy de acuerdo con las suspensiones a los jugadores que se convoquen y no se presenten a practicar, a no ser que presenten una causa justificada. Esa frase, causa justificada, es relativa. ¿Justificada para quién? Quién decide qué es una causa justificada? ¿Por qué hay causas justificadas para unos y para otros no?

Porque si se tratara de que estos tres jugadores han sido los únicos que no se presentaron, aquí no habría tanto revuelo. Lo que pasa es que hay muchos otros del famoso listado que no se presentaron a las prácticas y no los suspendieron. De hecho, uno de esos anda de crucero, chillin'.

Entonces, tras que suspendemos a Clemente, no convocan a Devon Collier, que tuvo una súper temporada? En serio?

Pero, ¿había causa justificada para suspender a estos tres jugadores y a los demás ausentes no? Suspendemos a un Ramón Clemente, pero no a un Mike Rosario, que el año pasado tuvo que ser separado del equipo a punto de comenzar un torneo por un problema anti social?

Nos tenemos que preguntar, ¿será que hay un movimiento de los jugadores para boicotear al seleccionador nacional? Resulta curioso que de los tres suspendidos, dos de ellos han tenido diferencias con el técnico nacional cuando jugaron bajo su mando en los Indios de Mayagüez.

Y puede haber algo de solidaridad con Renaldo Balkman, otro guerrero con el que Eddie Casiano barrió el piso diciendo que no era un team player. Hasta José Juan Barea desmintió a Casiano diciendo que Balkman es pro equipo y que espera su regreso a la Selección el año que viene.

¿Por qué unos suspendidos y otros no? No sabemos, porque la FBPUR sólo ha hablado en términos generales y de los suspendidos. Al momento no hemos sabido de nadie que le haya preguntado al Presidente de la FBPUR cuáles fueron las causas justificadas que presentaron el resto de los jugadores ausentes para no ser suspendidos.

La FBPUR tiene un serio problema de relaciones públicas. Han manejado esta situación peor que un tuitero fotuto. Un técnico de una Selección Nacional usando las redes para enviar mensajes subliminales. Usaron las suspensiones para intimidar / meter presión, y les salió el tiro por la culata. Si no me creen, lean los mensajes de solidaridad de otros canasteros con Ramón Clemente.

Para evitar que coaches de sofá como nosotros sigamos especulando, deben ser transparentes. La FBPUR tiene tremendo dolor de cabeza con el staff técnico. Como dice el médico chino: "el virus lo tienes que extirpar ahora, antes de que se riegue por el resto del cuerpo".

A buen entendedor...

#LaGuirita