FUTBOL COPAS

lunes, 27 de junio del 2016
La maldición del 10, el más grande SubCampeón
Nuevamente fuimos testigos de las irregularidades del fútbol, ese deporte que recrea tanta alegría y luego te deja caer hasta llegar a la desilución. Hoy, los argentinos vieron como un Déjà vu, les arrebataba la Copa América Centenario de las manos. En una historia para contarla a tus nietos y a los del más allá, porque la poca suerte que Argentina tiene en finales es para evaluarla como documental de paranormalismo.

Las maldiciones son normalmente atribuidas cuando se pasa mucho tiempo sin lograr objetivos, desde ahora yo le llamo la maldición del Diez. Esa maldición ocurrió en el 1994, para el mundial de Estados Unidos, para ese momento el portador del Diez de Argentina se llamaba Diego Maradona. Fue en ese mismo mundial que a Maradona lo suspenden por fallar la prueba de dopaje. En ese momento Maradona se enloquece con todos y lanza su famosa frase "me cortaron las piernas". Desde ahí esa camiseta número 10, obtuvo un peso que hasta hoy el que se la intente poner le retumba demasiado. Esa es la verdadera razón por la que Argentina atraviesa momentos tan tristes en su selección. No habrá un 10 como Diego, no lo habrá, así dice el lema de la maldición.

Para esa camiseta hubo un heredero, Lionel Messi. Y para nadie en el mundo esa camiseta le pesa tanto como al genio Lio. Es una atracción terrible que ha hecho que Messi no haya podido ser profeta en su tierra. Ha tenido que conformarse con ser el más grande sub campeón de la historia. Cuatro finales jugadas y cuatro finales perdidas. Unas no merecidas y tal vez una de ellas sí lo fue. Los astros se le vuelven a cruzar, algo así como a Lebron James le ocurrió por años en Cleveland, algo parecido como a Leonardo DiCaprio y su mala suerte en los premios Oscar o como la suerte de Holanda en finales de la copa del mundo. Son sucesos que chocan contra la realidad, un joven que lo gana todo en un equipo y cuando va a otro, un detalle lo saca del título.

Han sido detalles que no han permitido a Lionel alzar una Copa. Goles que no han entrado y penales mal ejecutados, pero al final el mismo guión. El deporte de un tiempo para acá desde fuera de los campos se ha vuelto muy cruel. Se crucifica al que no gana, se juzga al inocente y solo se mira a los ganadores. Muchas mentes piensan que ganar títulos es tan sencillo como respirar, una contradicción total. Para ganar hay que sumar decenas de elementos y detalles. Y hay que ser reales y mirar al espejo, aceptar que esta selección de Argentina con muchas estrellas y jugando un fútbol decente, le faltaron siempre los detalles. No sé si su dirigentes estaba al tanto de ellos, pero sin duda la mayoría del tiempo esos elementos no estaban. Otra vez el fútbol nos enseña que los partidos no los ganan quienes lo merecen.

Los sub campeonatos son los logros más odiados. Nadie los quiere aunque en perspectiva real son logros. No es igual jugar la final de un torneo, que jugar el torneo y no llegar a la final. Es una adicción mental que te dice que el fracaso es no llegar lejos y a la vez te dice que el fracaso es no ganar si llegas a la final. No hay maneras de balancear a la lógica del fútbol.

Argentina sigue siendo la número uno del ránking FIFA, ha jugado todas las finales posibles desde el 2014, no ha ganado aún, pero siempre ha llegado. Nunca es suficiente para esta selección. Hoy Lionel Messi está roto mentalmente, decepcionado consigo mismo y con muchos argentinos que lo juzgan. Yo nunca he visto a un equipo con un solo jugador ganar algo importante, hay que funcionar como grupo para ganar. Posiblemente Lionel no vuelva a vestirse de azul por mucho tiempo, es humano y tiene derecho a tomar decisiones. Lo ha intentado todo, ha dejado su talento dentro de la cancha para tratar de hacer a su país campeón.

Anunció su posible retiro, porque no es fácil vivir en una época donde la redes sociales, la prensa y muchos grupos lo atacan. Gane o pierda es quien recibe la crítica, ya está cansado del mal agradecimiento. Los humanos como se supone que el es, aunque a veces dudo y pienso que es un extraterrestre, tienen momentos de sinceridad. Messi habló aunque siempre habla poco : me voy, ya la intenté todo, no es para mi ganar con la selección. Ojalá y alguna vez el universo vuelva a regalarnos un jugador de su talla. Nadie, nadie, ha jugado este deporte con más talento que este muchacho. Los argentinos han desaprovechado al mejor jugador de la historia.

Por el bien del fútbol mundial,

#NoTeVayasMessi




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