Con la confirmación de la lesión de Blake Griffin en uno de sus pies y sabiendo que esto significa perder el resto de la postemporada pues hay que comenzar a sacar conclusiones. Esto puede significar muchas cosas. Primero que, los Clippers están cada vez más vulnerables en esta serie de primera ronda ante Utah y eso podría reflejarse en eliminación temprana. Pierden a su segundo mejor jugador que es Griffin, y él es el eterno compañero de pick n' roll de Chris Paul, así que es doblemente dura la baja. Y en segundo plano, parece acabarse el ciclo de este grupo, con esta lesión se confirma que este equipo no tiene la suerte, no tiene esa mística para ganar el título de la NBA y teniendo a tres de sus pilares en la próxima agencia libre, Paul, Griffin y Redick quiere decir que el sueño está por terminar. Se visualiza imposible mantener a los tres con contratos tan elevados y luego de esta semi-decepción, las ganas de mantenerlos por parte de la gerencia no son muchas.

El más perjudicado en todo esto es Chris Paul, porque hace años que merece dispustar las finales de NBA y la suerte no le mira. Es un buen momento para salir de los Angeles e irse a buscar el título en otro lado. Hay equipos con mucho talento en sus plantillas como New Orleans, San Antonio y Milwaukee que le quieren. Es extremadamente complicado para este genio del juego como lo es Paul, tener que observar como la postemporada se le va de las manos otra vez por cuestiones de lesiones o malas decisiones. Después de esto hay que mirar a otros horizontes ya que en este equipo no hay espacio para tanta desilusión.

Miremos un poco el pasado inmediato de estos Clippers y nos daremos cuenta de que las circunstancias del destino no han sido favorables para ellos. Vamos a remontarnos en el tiempo y repasemos desde el 2013 hacia acá que le ha pasado en postemporada a este equipo. Es para documentarlo como serie paranormal.

Han tenido momentos donde parecían ser el equipo que podía llegar a finales de NBA. Comenzamos con la temporada 2013. En ese 2013, fueron eliminados por Memphis 4-2 en primera ronda, después de tener la serie 2-0 a su favor y en uno de los juegos perdidos tuvieron una ventaja de 26 puntos en la mitad. De una serie dominada por completo pasaron al descalabro total. Vámonos al 2014, tenían a Oklahoma en su serie de segunda ronda dominado en el juego 5 en cancha de OKC. Ganando por dos puntos y restando menos de 20 segundos para acabar el partido y con el balón, vino una trágica jugada. Chris Paul no aguantó el balón para recibir la falta intencional y en esa jugada vino el famoso "no foul" de Russell Westbrook que hizo que Paul creyera que Westbrook iba a darle falta y Chris la tiró desde mitad de cancha y Russell no lo tocó, posteriormente los Clippers terminaron perdiendo esa valiosa poseción y OKC ganó ese partido 105-104. Luego perdieron la serie 4-2, aunque tuvieron casi gano el juego 5 que suponía colocar la serie 3-2 a su favor e iban para Los Angeles a jugar el juego 6. Otro papelón baloncelístico.

Y la historia se siguió repitiendo. En el 2015 tenían a Houston abatido, en segunda ronda. Ganando por 16 puntos en el último cuarto con la serie 3-1 a su favor, o sea juego de cerrar la serie y pasar a finales de conferencia, pero se confiaron dejaron ir la ventaja y perdieron ese juego 5. Eventualmente perdieron la serie en 7 juegos. Y en ese 2015 venían de eliminar a San Antonio en 7 juegos, parecía que era el año de los Clippers. Seguimos con la mala suerte en el 2016, cuando mejor jugaban su serie de primera ronda versus Portland, se lesionan a la misma vez Paul y Griffin. Terminan perdiendo la serie sin ellos dos. Y ahora en el 2017 se lesiona Blake Griffin y parece que hasta aquí llegan los Clippers. Esta es la historia de un equipo que parece que tienen una maldición encima. No se puede tener tan poca suerte en los playoffs. Este núcleo de jugadores parece haber terminado.