BASKETBALL NBA

domingo, 29 de enero del 2017
Los Knicks ante el Melo-drama
FOTO ARTE: FadeawayWorld

A simple vista cualquiera observa lo complicada que está siendo la temporada para los Knicks de Nueva York. Y como un complemento de peso y de distracción, le añadimos a esa ecuación la variable de Carmelo y su drama. Su inestabilidad repentina, la cual no valoró antes de firmar su extensión de contrato hace un par de temporadas. Decidió renovar sin saber lo que le esperaba. Hoy, no sabe si quiere continuar en Manhattan o quiere irse lejos de Times Square.

Aunque Melo, no está solo en esa novela, su presidente Phil Jackson, al que también le gusta dar titulares, se ha reunido con el jugador para pedirle una respuesta de si quiere seguir siendo el jugador franquicia. De esa reunión no se han dicho todos los detalles, solo frases entre líneas que podemos interpretar. Y a juzgar por la actitud en cancha y pérdida de paciencia de Anthony, podemos adelantar que es muy probable que para el 23 de febrero, Anthony no se vista más de naranja y azul.

Este MeloDrama llega a consecuencia de la impotencia de esos Knicks, de ni siquiera estar a la fecha, dentro de postemporada. El deporte juzga resultados y es demasiado obvio que en Nueva York no hay buenos resultados. La franquicia más adinerada de la NBA, puso mucho énfasis en una reconstrucción para tratar de competir en la conferencia del este. No ha futuro, no ha mañana, sino competir desde esta misma temporada.

Con las movidas que hicieron llegar a Derrick Rose, Joakim Noah, Courtney Lee y Brandon Jennings su gerencia pensó en meterse a postemporada y de ahí tratar de llegar lo más lejos posible. Un intento ambicioso, pero sin mayores consecuencias a la fecha. Y como en todo momento malo, hay que buscar un culpable, pues Carmelo Anthony ha sido el señalado. Las estrellas de su clase tienen que aguantar esas críticas, pero de repente Carmelo no le han gustado esos señalamientos. Tanto así que, lo ha repetido públicamente, "cuando ganamos es por ellos y cuando perdemos es por mi". Estas conjugaciones no son nada alentadoras en equipos deportivos y solo destruyen la química interna.

Sin ninguna duda y con mucha convicción, estoy seguro de lo que Carmelo quiso y quisiera para sus Knicks. Porque él siempre se ha vestido de naranja, desde sus años en la NCAA con Syracuse. Jugó en ese estado y lo siente, le gusta la vida en Manhattan y siempre ha querido elevar a su equipo. Lo que ocurre es que no ha tenido los métodos correctos. Su estilo de juego es más de héroe, de ganar juegos con su puntería y ese tipo de baloncesto ya no se practica con grandes resultados. El paso de valorar más a sus compañeros dentro de la cancha, nunca lo ha podido dar. Ahí está su detalle desalentador. Aunque los proyectos no siempre tienen que salir bien, claro que se puede fallar. A Melo, le faltaron detalles, ajustes y entendimiento, pero sus ganas de hacer a sus Knicks grandes siempre las tuvo. Reprocharle dedicación y ganas, jamás se le podrá hacer.

Es el momento de cambiar, de irse a un equipo contendor, donde pueda aportar todo su arsenal ofensivo sin ser la figura principal. Es de grandes cambiar y aceptar que los ciclos terminan. Todavía hay mucha oportunidad en varios equipos para uno de los mejores jugadores ofensivos de la última década. Solo falta dar el paso y acabar con su MeloDrama en Nueva York.




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