Cuando se llevaron a cabo las últimas elecciones de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico (FBPUR), el entonces Presidente del organismo, Lcdo. Carlos Beltrán Svelti estaba tan mal parado ante la opinión pública, que cualquiera que viniera con "nuevas ideas" ganaría. Y así pasó, cuando el Lcdo. Yum Ramos Perales derrotó ampliamente al técnico Flor Meléndez Montañez, quien fue visto como parte de la vieja guardia del baloncesto.

De esa vieja guardia salió además Georgie Rosiario, que para ese entonces había formado un proyecto de jóvenes que venía dando buenos resultados a nivel internacional. Al Sr. Rosario lo exiliaron de la Federación, entregándole el proyecto a Omar González. Muchos de esos jóvenes hoy día están teniendo actuaciones sobresalientes a nivel colegial.

Para la temporada 2018, en anticipo de las ventanas cladificatorias al Mundial de China 2019, el Baloncsesto Superior Nacional (BSN) hizo un calendario en el cual el torneo se detendría una semana para darle oportunidad al combinado nacional preaprarse para los dos partidos a disputarse, en este caso ante Cuba (28 de junio) y México (1 de julio). A principios de año, el Presidente de la FBPUR aseguró que para los juegos Centroamericanos a celebrarse en Barranquilla, Colombia, Puerto Rico llevaría un quinteto compuesto de esos jugadores colegiales, para que comenzaran a tener esa exposición internacional e ir identificando a los que podrían formar en un futuro parte del seleccionado adulto.

Todos aplaudimos ese anuncio. Era y es lo correcto, es parte de lo que los países organizados hacen para el relevo generacional por el cual todas las selecciones pasan. Las federaciones no pueden permitir que sus equipos se pongan viejos y no tengan los reemplazos necesarios, porque pone en riesgo el ciclo olímpico.

Enorme sorpresa y decepción nos llevamos cuando a principios de esta semana empezaron a circular los rumores de que la Presidenta del Comité Olímpico de Puerto Rico, Sara Rosario, le había exigido a la FBPUR que tenían que llevar a Colombia un seleccionado compuesto por integrantes de la Selección Nacional adulta, o el equipo A como le llaman algunos. El problema con esta exigencia es que para cuando se lleva a cabo el torneo centroamericano, el BSN está en su etapa culminante, con equipos luchando la clasificación y otros luchando una mejor posición clasificatoria. Eso sin contar que un jugador estelar del BSN, podría sufrir una lesión que pusiera en riesgo su participación en la continuación del torneo del BSN, y por ende, las posibilidades de su equipo.

Se imaginan si se lesiona David Huertas en Colombia? Y si se lesiona Gary Brown? Ni lo mencionen.

Los apoderados del BSN inmediatamente levantaron su voz de alerta. Mencionaron que quedarse sin jugadores estelares afectaría sus equipos. En el caso de pausar nuevamente el torneo, mencionaron que ello provocaría pérdidas adicionales que no estaban presupuestadas al tener que continuar corriendo con gastos de alojamiento, transportación, alimentación, entre otros.

Finalmente, el miércoles, Sara Rosario y Yum Ramos realizaron una conferencia de prensa en la que intentaron explicar la razón para la virazón. Entre las razones (que no convencieron a nadie) estaban que los colegiales no estaban disponibles, que algunos no habían enviado documentos, y que no estaban listos para enfrentarse a jugadores más experimentados. Bochornosas esas "justificaciones".

El viernes, se llevó a cabo una cumbre entre los apoderados del BSN, su Presidente, Fernando Quiñones, Sara Rosario y Yum Ramos. En la misma, los apoderados estaban decididos a no ceder sus jugadores, y afrontar las consecuencias que ellos podría acarrear. Pero, el capricho del COPUR prevaleció, y con una foto en la que todos estaban sonrientes, anunciaron que habían llegado a un acuerdo, en el que el torneo pausaría mientras se lleva a cabo la justa centroamericana. Lo que les faltó decir cuál fue el acuerdo.

¿Por qué los apoderados finalmente cedieron a sus jugadores y aceptaron detener el torneo nuevamente, yendo sobre sus propias expresiones anteriores?

Nadie crea que los apoderados salieron de ese cónclave con las manos (o bolsillos) vaciós. Pregunten, indaguen, investiguen. Pregunten por los créditos. Que alguien les explique.


IMPRUDENCIA DEL COPUR

Ahora veamos lo que hay detrás del capricho de Sara Rosario en llevar la Selección A a Barranquilla.

En años anteriores, cuando todo estaba "peaches and cream" entre el gobierno y el COPUR, esta última entidad tenía asegurada una asignación fija de fondos, que le permitía correr sus gastos operacionales. Con los recientes cambios en presupuestos gubernamentales, asignaciones presupuestarias y la Junta de Control Fiscal, el COPUR recibe migajas comparado con lo que recibía antes. Eso los ha obligado a recurrir a campañas de recaudación de fondos y buscar aportaciones económicas (algo que debieron haber hecho siempre) para poder sobrevivir.

El razonamiento de Sara Rosario es el siguiente: si llevo un grupo de colegiales, no venderé tantos anuncios. Todo el mundo sabe que el moneymaker en Puerto Rico son los 12 magníficos. Olvídense del Team Rubio, eso es ave de paso. La Selección de Baloncesto adulta es la que vende de verdad. Tiene los mayores auspiciadores y exposición mediática. Pensando en eso, Sara echó a un lado el relevo generacional necesario (que podría poner en peligro el próximo ciclo olímpico) a cambio de una medalla centroamericana. En palabras sencillas, pensó en el hoy y se olvidó del mañana, sabiendo que su término finaliza al concluir las Olimpiadas del 2020.

Eso le pone una presión enorme e innecesaria a los jugadores que irán a Barranquilla. Así lo dijo la propia Sara Rosario, al decir que está segura que ganarán la medalla de oro. Supongo que ya el COPUR debe haber comenzado los preparativos para la caravana del recibimiento a los jugadores cuando lleguen con la medalla de oro. La Baldorioty cerrada en pleno día de trabajo.

Al final de esta controversia, el peor que salió fue el que aseguró que venía a implantar nuevos estilos, distintos a los de Carlos Beltrán. Pero su manejo de esta situación nos demostró que contrario a lo que nos quieren hacer creer, es simplemente MAS DE LO MISMO.