BASKETBALL FIBA
miércoles, 02 de septiembre del 2015
...Esta frase mítica del Chapulín Colorado, personaje creado por Chespirito, debe de rondar la mente de todos aquellos que aman el deporte del balón y el aro. Es posible que la ficción nunca se haga realidad y ningún superhéroe venga a la ayuda. Entonces, corresponderá a todos, los directivos, jugadores y fanáticos, hacer un conciensudo análisis sobre donde estamos y hacia donde deberiamos ir para intentar recuperar el sitial que ocupó el baloncesto a nivel internacional tan solo una década atrás.
La derrota de hoy con marcador de 74-63 ante un diezmado equipo de Venezuela por la ausencia de canasteros importantes, al igual que nosotros, dejó al descubierto la carencia de algunas cosas que todas unidas nos han llevado a tocar fondo.
En mis escritos anteriores que aparecen en este portal, advertí que el Equipo Nacional de nuestra isla necesitaría una combinación de factores para alcanzar la meta. Esos mismos que al final de cada encuentro te dibujan una sonrisa de felicidad o un fruncir el ceño que refleja la impotencia de la derrota. Hasta ahora, solo la victoria ante un rival menor como Cuba evitaba el caos. En este momento, no se si es ya una realidad.
Lo bueno de todo este proceso es que no creo que podamos estar más abajo de lo que estamos. La actitud que se debe asumir es una con visión espiral donde la ley de la excelencia, como predica Julio Toro, sea el único norte para todos. Y como todos somos parte de las alegria y tristezas que nos brinda nuestra representación, aquí les dejo algunos consejos útiles para que se trabajen a corto plazo.
A los directivos:
Les sugiero que hagan lo humanamente posible y aún más, para que se tenga un centro de entrenamiento acorde con las exigencias del siglo 21. En el mismo, debe haber un par de canchas con al menos ocho canastos. Gimnasio, piscina, comedor y hasta salones de educación continua, fundamental para establecer las bases de un nuevo modelo éxitoso. Creanme, esto es escencial si queremos competir en igual de condiciones y lograr grandes triunfos. Habrá que reinventarse. No hay de otra.
La improvisación debe quedar en el pasado. No se obtienen buenos resultados cuando se deja de tener una plan bien elavorado. Los cambios de coaches y el no respeto a figuras que dieron todo por el país, debe ser una práctica finiquitada. Dejemos por el momento estás dos sugerencias.
A los jugadores:
En primera instancia, gracias por el compromiso con nuestro equipo. Ustedes nos representan. A los coaches de sofa, a los guerrilleros, a los analistas, en fin, a todos los que solidariamente creen que pueden sembrar el balón, lanzar triples, cortar balones, anotar en el "clutch" y por que no, dar ese "burrunazo" para evitar una bandeja del oponente. Todos somos uno.
Ahora bien, necesitamos que se preparen mejor físicamente. El reflejo que se ve en la cancha muestra que falta ese extra que los lleve al máximo nivel. Confiamos en que sea una realidad.
A los miles de fanáticos:
No se quiten. Recuerden este enunciado: "Permitido caerse. Obligatorio levantarse". Ustedes son los que dan vida a todo lo que ocurre con el equipo. Sin ustedes nada. Con ustedes, la esperanza de nuevas victorias y mejores años por venir.
La derrota de hoy con marcador de 74-63 ante un diezmado equipo de Venezuela por la ausencia de canasteros importantes, al igual que nosotros, dejó al descubierto la carencia de algunas cosas que todas unidas nos han llevado a tocar fondo.
En mis escritos anteriores que aparecen en este portal, advertí que el Equipo Nacional de nuestra isla necesitaría una combinación de factores para alcanzar la meta. Esos mismos que al final de cada encuentro te dibujan una sonrisa de felicidad o un fruncir el ceño que refleja la impotencia de la derrota. Hasta ahora, solo la victoria ante un rival menor como Cuba evitaba el caos. En este momento, no se si es ya una realidad.
Lo bueno de todo este proceso es que no creo que podamos estar más abajo de lo que estamos. La actitud que se debe asumir es una con visión espiral donde la ley de la excelencia, como predica Julio Toro, sea el único norte para todos. Y como todos somos parte de las alegria y tristezas que nos brinda nuestra representación, aquí les dejo algunos consejos útiles para que se trabajen a corto plazo.
A los directivos:
Les sugiero que hagan lo humanamente posible y aún más, para que se tenga un centro de entrenamiento acorde con las exigencias del siglo 21. En el mismo, debe haber un par de canchas con al menos ocho canastos. Gimnasio, piscina, comedor y hasta salones de educación continua, fundamental para establecer las bases de un nuevo modelo éxitoso. Creanme, esto es escencial si queremos competir en igual de condiciones y lograr grandes triunfos. Habrá que reinventarse. No hay de otra.
La improvisación debe quedar en el pasado. No se obtienen buenos resultados cuando se deja de tener una plan bien elavorado. Los cambios de coaches y el no respeto a figuras que dieron todo por el país, debe ser una práctica finiquitada. Dejemos por el momento estás dos sugerencias.
A los jugadores:
En primera instancia, gracias por el compromiso con nuestro equipo. Ustedes nos representan. A los coaches de sofa, a los guerrilleros, a los analistas, en fin, a todos los que solidariamente creen que pueden sembrar el balón, lanzar triples, cortar balones, anotar en el "clutch" y por que no, dar ese "burrunazo" para evitar una bandeja del oponente. Todos somos uno.
Ahora bien, necesitamos que se preparen mejor físicamente. El reflejo que se ve en la cancha muestra que falta ese extra que los lleve al máximo nivel. Confiamos en que sea una realidad.
A los miles de fanáticos:
No se quiten. Recuerden este enunciado: "Permitido caerse. Obligatorio levantarse". Ustedes son los que dan vida a todo lo que ocurre con el equipo. Sin ustedes nada. Con ustedes, la esperanza de nuevas victorias y mejores años por venir.