BASKETBALL BSN

jueves, 28 de enero del 2016
¿Costo efectivo el BSN?
Recordamos con nostalgia los años de muchas franquicias en el BSN. Aquéllos años que había equipos en Morovis, Aibonito, Isabela, Canóvanas, Fajardo, entre otros. Eran tiempos en los que el baloncesto era una opción para la familia en muchos pueblos de la isla, y en el que los fanáticos viajaban con su equipo a las distintas canchas del país. Los fanáticos de Quebradillas, Ponce y San Germán, entre otros, acostumbraban visitar canchas visitantes, sin importar la lejanía.

Pero hoy día, la realidad es otra. La crisis económica por la que atraviesa el país ha tocado de cerca, no solo a los fanáticos, sino a las franquicias del Baloncesto Superior Nacional. Harto es sabido que la mayoría de las franquicias subsisten, en gran medida, por las asignaciones municipales y legislativas. Y aún así, mucas de ellas están en incumplimiento monetario con sus canasteros. Salvo contadas franquicias (Arecibo, Santurce) las demás operan con pérdidas.

La localización geográfica juega un papel fundamental en esta crisis. Por ejemplo, franquicias alejadas de la zona metropolitana, como Mayagüez y San Germán, atraviesan retos mayores a la hora de conseguir auspicios de los comerciantes, porque en la zona oeste el comercio es débil. Sin embargo, los equipos de la zona metropolitana, tienen mayor acceso a las grandes compañías porque sus oficinas centrales están, mayormente, en la zona de San Juan.

Así las cosas, los apoderados hacen malabares para operar un negocio que no deja nada de dinero. Cómo lo hacen? Pues con dinero de los municipios, como es el caso de Mayagüez, y como era en Guaynabo, que el Municipio aportaba cifras tan exorbitantes que son difíciles de creer. La pregunta que hay que hacer es: cómo, en un país que está al borde de la quiebra, podrá sobrevivir una liga profesional en la que los equipos dependen casi exclusivamente de dinero público? Ya vimos como el equipo campeón, los Leones de Ponce, estuvieron al borde del receso, porque el municipio les dijo que lo que le podían aportar era cien mil dólares. Con eso no le cubrían el sueldo a Vasallo, por ejemplo. Si no hubiese sido por la familia Misla, ya estarían sorteados los jugadores de los Leones.

Igual le pasa a los fanáticos. En una liga en la que los directivos se empeñan en celebrar múltiples juegos en la semana, en ocasiones con juegos consecutivos, la taquilla se afecta. El promedio de gasto de una familia de 4 personas para ir a ver un juego de BSN debe estar en los $40, entre taquillas y lo que consuman. Esa realidad es a la que la liga tiene que ajustarse. El futuro del BSN luce precario. Será necesario ser creativos a la hora de operar la liga.

No hay duda que el baloncesto es el deporte más popular en Puerto Rico. Pero esa popularidad no necesariamente se traduce al Baloncesto Superior Nacional. Los muchachos hoy en día saben quien es Stephen Curry y Lebron James, pero no necesariamente saben quien es Carlos Rivera o David Huertas. Es responsabilidad de la liga dar a conocer su producto, para que el mismo sea atractivo a las masas. Así, los auspiciadores se interesarán nuevamente en mercadear sus productos en el básket boricua.




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