En el mundo del pedaleo, rodar le llaman los ciclistas a lo que el resto de nosotros le llama correr bicicleta. Y a pesar de que rodar es un hobby para muchos, hay un nutrido grupo de ciclistas que practican el deporte con tesón y dedicación.

Lamentablemente, la Federación de Ciclismo de Puerto Rico (FECIPUR) ha estado, por los pasados años, en manos de personas que han usado la misma para avanzar sus agendas personales (y para darse viajecitos a lugares que de su bolsillo no podrían costear), entre otras cosas.

El "profesor" Waldo Ortiz Ramírez rígió la FECIPUR en tiempos recientes, hasta que hace par de semanas sus propios secuaces, en una movida desesperada por apagar el fuego, lo destituyeron de la presidencia.

Fue bajo la dirección de Ortiz que se siguió un patrón de persecución contra un equipo de ciclismo carolinense, el Carolina TRI y su director, el Sr. Miguel Rivera, por este último cuestionar la manera en que Waldo manejaba las finanzas de la FECIPUR. La conducta de Waldo perjudicó a la hija de Miguel Rivera, Solymar, una destacada ciclista que no solamente se ha mantenido como campeona de ruta en Puerto Rico, sino que además ha alcanzado importantes triunfos a nivel internacional y actualmente es parte de un equipo profesional en Estados Unidos.

De igual forma, Ortiz usaba métodos contradictorios para escoger a los ciclistas que representarían al país en eventos internacionales, no divulgando criterios de clasificación con antelación para que los ciclistas pudieran preparar un buen plan de entrenamiento. Incluso, se le acusó de favorecer a ciertos ciclistas.

Pero su peor falta fue la administración de las finanzas de la FECIPUR, en la que al día de hoy no ha podido explicar el descuadre entre los ingresos y los gastos de los pasados años, sin olvidar el uso de propiedad de la FECIPUR para su uso personal, amasando una cuantiosa deuda telefónica que aun debe.

Al ver que no lograría ser reelecto, Waldo postuló uno de sus compinches, y elaboraron un maquiavélico plan para "ajustar" el proceso eleccionario, declarando inelegibles para votar a algunos federados del 2016.

El candidato a Presidente del grupo que retaría al bando de Waldo, Axel Santiago, impugnó el proceso eleccionario en el Tribunal de Apelaciones y Arbitraje Deportivo (TAAD), organismo apelativo adscrito al Comité Ejecutivo del COPUR. El TAAD, en reiteradas ocasiones, instruyó a la FECIPUR a preparar un listado de votantes elegibles transparente, pero el bando de Waldo retó en más de una ocasión la directriz impartida.

El resultado de no acatar las órdenes del TAAD desembocó en la desafiliación de la FECIPUR del COPUR, decisión divulgada ayer. Eso es básicamente como la pena de muerte para una Federación, ya que estando desafilada no cuenta con asignaciones económicas del ente olímpico ni con el aval para los eventos.

Y si bien es cierto que Waldo ya no es el Presidente, no es menos cierto que esta desafilición fue el producto de la manera temeraria que el Sr. Ortiz dirigió esa Federación.

Nuestra preocupación es con los atletas ciclistas, que ahora tendrán que someterse al Departamento de Alto Rendimiento, una oficina que no goza del mejor récord velando por los mejores intereses de los atletas.

Nuestra esperanza es que se pueda formar un grupo de ciclistas bonafide, que tengan en su agenda el bienestar del deporte y logren afiliar nuevamente la Federación.

¿Viste Waldo, no es lo mismo llamar al diablo que verlo venir?

#LaGuirita