Al comienzo de temporada esta edición de San Antonio estaba muy sólida. La llegada de Lamarcus Aldridge y David West lo hacía aún más poderosos. Pero había un asterisco con su banca. Una incógnita desconocida, ya que San Antonio en el papel ya no tenía la extensa rotación de otros años.

En la temporada muerta perdieron a Marco Bellineli, a Cory Joseph, Jeff Ayres y Aaron Baynes. De esos cuatro se destacaban Marco y Joseph, debido a que eran dos creadores y sobretodo, el italiano, quien era su mejor tirador. Hoy San Antonio ha logrado aglutinar algo que los hizo campeones en el 2014: una extensa rotación de su banca. Greg Popovich sabía eso y por ende introdujo rápidamente a Jonathon Simmons y a Kyle Anderson para poder tener espacio en su banco.

Ahora la situación mejoró con la llegada de Andre Miller y de Kevin Martin. Dos veteranos que entran a reforzar grandemente al equipo. En Martin añaden a otro buen tirador y gran jugador individual, y con Miller añaden I.Q. de baloncesto y buen manejo de balón.

Ya los Spurs tienen la profundidad soñada, la rotación extensa que tanto le gusta a Greg. Con Ginobili, West, Mills, Simmons, Anderson, Bonner, Butler, Martin, Miller, McCollum y Marjanovic, tienen el equipo más que completo. Sin una gran banca no puedes ganar un título.