BASEBALL

jueves, 17 de noviembre del 2016
Se propaga el virus de las deudas
La mayor parte de nuestros escritos han ido dirigidos a señalar los incumplimientos de salarios de los apoderados del Baloncesto Superior Nacional. Hemos trascendido esos temas y escrito sobre otros asuntos, como el Comité Olímpico y la Federación de Ciclismo de Puerto Rico.

Ayer el reportero de GFR Media, Carlos Rosa, rompió con la noticia de que la franquicia Tiburones de Aguadilla en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente no había cumplido con el primer pago a sus jugadores, que vencía el martes a las 11:59 p.m. En su programa radial DUGOUT, Pachy Rodríguez, que a su vez es parte de la transmisión de los Indios de Mayagüez en los juegos de visitante, explicó las interioridades de los pagos a los jugadores en la liga. Pachy estuvo ligado por años al béisbol en Puerto Rico, por lo que tiene amplio conocimiento de cómo funcionan los acuerdos y pagos a los jugadores.

Es sumamente preocupante lo que está sucediendo en Aguadilla. Antes de comenzar la temporada, la Liga anunció con bombos y platillos la mudanza de la franquicia de los Leones de Ponce a Aguadilla, donde el alcalde Carlos Méndez prometió el acondicionamiento del estadio Luis "Canena" Márquez, a la vez que anunciaba una sustancial asignación municipal para la operación del equipo. Era entendible el anuncio del alcalde, pues se trataba de año de elecciones, y la Liga se montó en la ola de optimismo para vender la imagen de que todo estaba bien.

El Lcdo. Israel Roldán, pasado presidente de la Federación de Béisbol Aficionado de Puerto Rico, adquirió la franquicia de Aguadilla y prometió una edición competitiva, con Carlos Baerga como gerente general y dirigente de la novena. Todo pintaba bien en el noroeste. Incluso, se menciona que la franquicia de los Tiburones fue la que más auspicios logró conseguir. El nombre del legendario Carlos Delgado, y el de su padre, Cao, fueron las caras del equipo a la hora de mercadearlo.

Y de repente, la noticia que nadie se esperaba: Aguadilla no cumplió con el pago de la quincena que vencía el 15 de noviembre. Lógicamente, los peloteros, asistidos por su activa Asociación de Jugadores, tomó la difícil pero entendible decisión de no presentarse al terreno de juego el miércoles en el Isidoro "Cholo" García de Mayagüez. Incluso, mientras se formaba el revolú en Mayagüez, el Lcdo. Roldán irónicamente andaba montado en un avión rumbo a Suiza.

Una liga que lleva años atravesando temporadas difíciles por la pobre asistencia de fanáticos y la casi nula aportación del comercio, aparte de un grave problema de imagen y credibilidad, ahora recibe un golpe mortal en momentos que se avecina el Clásico Mundial de Béisbol. Esta era la temporada que la Liga podía coger auge, ante la anticipada participación de figuras como Javier Báez, Francisco Lindor, Carlos Correa y otros.

¿Dónde queda la aportación municipal del ayuntamiento aguadillano, y su inversión en el remozamiento del estadio? Qué medidas tomará la liga para garantizar que el equipo de Aguadilla siga participando? Qué hará la liga con el administrador Roldán ante el incumplimiento con su responsabilidad? Cómo se repone la liga de esta bochornosa situación?

Esta situación plantea una interesante interrogante para otras ligas, como el BSN. ¿Se atreverán los canasteros emular a sus pares del béisbol si los apoderados se atrasan en sus pagos en medio del torneo 2017? Esta situación debe ser mirada con mucho detenimiento por Fernando Quiñones y Alfredo Morales. Los peloteros han abierto la puerta para forzar acciones concretas que la liga no se atreve tomar ante los apoderados irresponsables.

Quien sabe, a lo mejor esto era lo que tenía que pasar para que los deportistas se den a respetar. Es correcto lo que hicieron? Antes de emitir una opinión al respecto, pónganse en el lugar de ellos.




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