Desde que Van Gundy entró a dirigir el rumbo de una gran franquicia como Detroit todo ha ido mejor. Como dirigente y como director de operaciones Stan lo ha hecho muy bien. Se encargó de darle esperanza a esa fanaticada que por espacio de ocho años no observaban competitividad en su equipo.

Desde decisiones importantes como elegir para quedarse con Andre Drummond por encima de Greg Monroe; traer a un base emergente y renovarlo como Reggie Jackson; adquirir en cambio a Tobias Harris; y tener buen ojo para elegir a Stanley Johnson sin tener una gran posición en el draft.

Esta temporada sigue disputando la entrada a playoffs y ahora con más talento en su plantilla lo pueden hacer. Tienen registro de 31-29 (2dos en la Central), llevan cuatro victorias en línea y se sitúan en el octavo lugar de la conferencia, empatados con Indiana.

Sin ninguna duda la llegada de Tobias Harris a Detroit le ha dado una bocanada de aire fresco, porque les trae ofensiva y sobretodo un alero con gran alcance defensivo. Lo que sí hace más grande a Van Gundy es que le ha cambiado el rostro a esa franquicia que su mal momento coincidió con la quiebra gubernamental en su ciudad. La parte social siempre afecta lo deportivo y en este momento es un gran tiempo para comenzar este proyecto. Los playoffs se acercan y Detroit cada vez luce mejor y mucho más organizado que la versión de los últimos años.