Así, como el nombre de esa famosa película romántica y juvenil, de España, "Tres Metros Sobre El Cielo", es como se siente todo aquel que alguna vez haya tenido el privilegio de visitar la ruinas de Machu Picchu, en las montañas de Perú.

El santuario de Machu Picchu es una de las 7 maravilla del planeta, y a su vez, toda una genialidad arquitectónica y arqueológica del asombroso imperio Inca. Es el punto de encuentro de los Andes y el Amazonas.

Dos destacadas futbolistas puertorriqueñas, con experiencia en la Selección Nacional, casualmente visitaron Machu Picchu, recientemente, con a penas 5 meses de diferencia entre el viaje de una y la otra. Ellas representan dos generaciones del FutFem boricua, una ya de retirada, y la otra a penas terminando escuela superior. Ambas coincidieron durante el segundo semestre del año pasado con las Challengers SC en la Liga Nacional, durante el torneo de Clausura 2016.

Jezmine 'Tequi' Lora y María 'Puchun' Guerrero comparten con QuePalo.com las imágenes de sus viajes al inolvidable Machu Picchu peruano.

"Si Héctor, Machu Picchu es lo mas impresionante que he visto en mi vida!!! Uff, inmarcesible!!! Sencillamente, allá arriba, quedé anonadada", nos confesó 'Tequi' Lora, quien fue en octubre pasado aprovechando su participación en el Panamericano de Surfing en Perú (sí, Lora ha representado a Puerto Rico en soccer y en surfing).



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"Todavía no puedo creer lo que vi (cuando subí a Machu Picchu) y mucho menos describir lo que sentí", expresó 'Puchun' Guerrero, quien estuvo en Perú a principios de abril.

"Me impresionó lo brillante que eran los Inca. Sabían que la tierra era redonda, y sabian de las fallas geológicas, y construyeron Machu Picchu justo donde no se iba a derrumbar", añadió 'Puchun', quien en mayo se gradúa de la Academia Perpetuo Socorro, y en agosto comienza en Brown University.



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Si algún usted tiene la oportunidad, como la tuvieron las jóvenes Lora y Guerrero, vaya a Machu Picchu. Es, otra cosa. Eso sí, vaya cómodo y sin prisa. Luego de muchas horas de vuelo hasta llegar a Lima, capital de Perú, se toma un avión doméstico hasta la ciudad de Cuzco, Una vez ahí, tendrá que tomar un tren hasta Machu Picchu, en un viaje entre medio de la selva. Y, finalmente, subirá la montaña hasta el área de las ruinas, en una guagua sin lujos, en una estrecha carreterita en zig zag.

No se deje intimidar. El fin justifica los medios. Además, ahora, distinto a cuando yo fui hace varias décadas, ya no están las amenazas del Sendero Luminoso de Abimael Guzmán.

Créame, vale la pena. Estarás tres metros sobre el cielo...