BASEBALL MLB

jueves, 05 de noviembre del 2015
Un CORREA-zo que nos hacía falta
Viendo el furor y la algarabía multitudinaria que se dió con la llegada hoy a Puerto Rico del pelotero Carlos Correa, no me queda de otra que requete-convencerme de los siguientes 5 puntos:

1- A este País, inmerso en tanta incertidumbre económica y laboral, y con un aura generalizada de pesimismo social y espiritual, le urge el ascenso de grandes figuras deportivas. Los atletas, a través de sus éxitos internacionales, tienen una magia particular y un poder de convocatoria que muy pocos pueden alcanzar a nivel masivo. No es que uno llegue al extremo de enajenarse de los problemas por enfrentar, pero ayuda y hasta sirve de inspiración cuando vemos a uno de los nuestros triunfar entre los mejores del planeta.

2- Cuando un atleta logra combinar talento y éxito competitivo, con carisma y humildad, logra tener a todo un pueblo a su pies. Esa era el caso de los Roberto Clemente, Tito Trinidad, y aquellos canasteros de la época dorada de los llamados "12 Magníficos". Ellos paralizaban al país con uno de sus eventos.

3- Los medios de comunicación y las agencias de publicidad en Puerto Rico tienen que entender, de una vez y por todas, que los deportes SÍ gozan de muuuuchos más seguidores de lo que los dichosos ratings reflejan. Ese segmento de fanáticos deportistas representan un demográfico de exquisito potencial comercial y publicitario, el cual me temo no lo han sabido manejar como lo hacen con tanto éxito en Estados Unidos y Europa. Lamentablemente, aquí ven a los lectores y televidentes deportistas como una sub-cultura minoritaria.

4- CC1, como este servidor bautizó a Carlos Correa (sus iniciales, más el número en su camisa de los Astros), está desbaratando, no sólo récords con su madero, sino también esa falacia de que el béisbol en Puerto Rico está muerto. Esa misma mala racha que le está tocando actualmente al baloncesto a nivel de equipo nacional, y que en momentos también ha afectado al boxeo, la tuvo la pelota por la pasada década.

Pero, como en todo deporte, las altas y bajas son cíclicas. Se retiran unas leyendas, pero su relevo generacional no llega necesariamente en lo inmediato. No perdamos de perspectiva que, en comparación con el resto del mundo, vivimos en un 'cayo' de 100 x 35. Nuestra base de recursos en limitada. Aún así, prepárense a disfrutar de un equipo de ensueño en el próximo Clásico Mundial de Béisbol en 2017, encabezado por CC1.

5- Correa provocó pasiones, conmociones y emociones en la mayoría de los hogares puertorriqueños durante todo este verano, culminando en su punto más intenso durante los playoffs en octubre. Todo eso lo logró utilizando una camisa que decía Astros cuando jugaban en su estadio local, o Houston cuando les tocaba visitar a otra ciudad. Su gorra tenía el logo del equipo. En ningún momento estaba la palabra Puerto Rico, ni las siglas PUR, ni mucho menos la bandera.

No obstante, todos sabíamos que ese muchacho con el número 1 en su espalda estaba representando a su patria, nuestra patria, en cada batazo que azotaba o cada jugada que con su guante realizaba. Es decir, no es necesario vestirse con una sudadera con la monoestrellada para sentirse patriota y representar con dignidad y orgullo a Puerto Rico en una competencia deportiva internacional. Los valores patrióticos no se miden por el color de la tela....






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