BASKETBALL NBA
martes, 06 de junio del 2017
Con la grandeza de un equipo legendario pero con el hambre de un grupo totalmente nuevo, así juegan estos Warriors. Ya van dos partidos de la serie final y parece que el dominio no acaba. No sin antes mencionar que están invictos en esta postemporada con 14-0, sino que tienen esta serie final controlada y dominada.
Este ritmo de este equipo no se le observó ni en temporada regular, ni en postemporada. Lucen con más engranaje cada minuto que pasa. Incluso su mejora también pasa por la defensa. Algo poco probable en un quinteto que nunca se ha distinguido por ser grandes defensores colectivos. De eso se trata la evolución, de hacer mejor lo que ya estaba bien. Porque a este equipo que lo tildan de ser solo unos "tripleros", pero para nada son solo eso.
Son un grupo estable porque juegan dentro de un sistema muy eficaz. Si ese sistema no existiera, observaríamos a un Kevin Durant y un Stephen Curry peleando por el balón y a un Klay Thompson sin ritmo, pero no es así. Allí todos están contentos porque Steve Kerr lleva años puliendo un lindo sistema de juego que ha cambiado totalmente a la NBA.
Este grupo va por un camino de esplendor, de evolución y con un espacio sideral para su desarrollo. No se le observan fallas y todavía no han ganado el título. Hay pedigree para hablar de posible dinastía, en la manera en que están controlando la liga hace pensar en muchos éxitos colectivos. Algunos piensan que esto le hace daño al baloncesto, pero yo pienso que esto enseña al mundo sobre el baloncesto. En todo ciclo hay que reinventarse, pues llegó el momento en que los equipos se reinventen para parear con Golden State por los próximos ocho años. Igual ocurrió a principios del 2000, cuando los Lakers parecían invencibles y los equipos tuvieron que ajustarse para destronarlos. Ahora toca el momento de los Guerreros de la Bahía.
Este ritmo de este equipo no se le observó ni en temporada regular, ni en postemporada. Lucen con más engranaje cada minuto que pasa. Incluso su mejora también pasa por la defensa. Algo poco probable en un quinteto que nunca se ha distinguido por ser grandes defensores colectivos. De eso se trata la evolución, de hacer mejor lo que ya estaba bien. Porque a este equipo que lo tildan de ser solo unos "tripleros", pero para nada son solo eso.
Son un grupo estable porque juegan dentro de un sistema muy eficaz. Si ese sistema no existiera, observaríamos a un Kevin Durant y un Stephen Curry peleando por el balón y a un Klay Thompson sin ritmo, pero no es así. Allí todos están contentos porque Steve Kerr lleva años puliendo un lindo sistema de juego que ha cambiado totalmente a la NBA.
Este grupo va por un camino de esplendor, de evolución y con un espacio sideral para su desarrollo. No se le observan fallas y todavía no han ganado el título. Hay pedigree para hablar de posible dinastía, en la manera en que están controlando la liga hace pensar en muchos éxitos colectivos. Algunos piensan que esto le hace daño al baloncesto, pero yo pienso que esto enseña al mundo sobre el baloncesto. En todo ciclo hay que reinventarse, pues llegó el momento en que los equipos se reinventen para parear con Golden State por los próximos ocho años. Igual ocurrió a principios del 2000, cuando los Lakers parecían invencibles y los equipos tuvieron que ajustarse para destronarlos. Ahora toca el momento de los Guerreros de la Bahía.