BASKETBALL FIBA

jueves, 10 de septiembre del 2015
Pero... ¿Y ahora qué pasará?
¡Puerto Rico! ¡Puerto Rico! ¡Puerto Rico!

Que bien se siente ¿No? Bueno, en los pasados días me dediqué a leer, evaluar y sentarme a ver los juegos que pude. Vi la mayoría de los de Puerto Rico, y mi corazón decía una cosa mientras mi razón le caía a puños.

Antes de comenzar el torneo propuse hacerle una estatua al coach Pitino si nos metía de pecho a Las Olimpiadas 2016, era lo más justo y hoy sigo proponiendo que le hagamos una estatua, al menos yo llevaré una enmienda a la junta administrativa en la alcaldía de mi pueblo pidiendo que la calle principal lleve el nombre de "Coach Rick Pitino" que se une a la ya oficial Carretera Arquelio Torres Ramírez, pero bueno tengo que esperar que lo aprueben.

Allí está la evidencia del trabajo de un coach que habló con la verdad desde el principio, incluyendo el hecho que no dirigirá más nuestros 12... Al menos yo estoy llorando... Su filosofía fue de altura y reconocida por todos hasta por aquellos que lo dudaban, incluyéndome. A pesar de que su tarea principal fue practicar el equipo de Louisville, el acondicionamiento y la mentalidad de nuestros jugadores elevó. Gracias Pitino, no sólo por eso, también por mostrarle al fanático boricua que nuestros jugadores criollos en su mayoría no cuidan su cuerpo ni lo preparan, que carecemos de defensa y nuestro juego es "bruto", brusco y desarticulado.

Jugadores que jamás toman en consideración o se convierten en la opción #18, ese que sólo es escogido cuando se lesionan 25 antes que ellos, sacaron cara, demostraron cría y tuvieron los.... pantalones bien puestos para poner a Puerto Rico en juego cuando más difícil vimos la situación. Los "nuyos" que tanto marginan y señalan no nos dejaron tambalear mientras el patriotismo a conveniencia de muchos si tambaleó celebrando canastas, mates, rebotes, cortes de balón y triples sorprendentes de estos mismos que marginan. ¿Qué güame ah?

No cometamos el mismo error una y otra vez de criticar jugadores sin haber desarrollado sus habilidades completas, ésto lo hacemos desde tiempo inmemorables. Recuerdo cuando a Peter John Ramos lo criticaban, le gritaban, insultaban y humillaba porque no le salían jugadas, se le iba la bola de las manos y quizás cometía errores que muchos otros jugadores han cometido peores, pero nos gusta que las cosas sean rápidas y a nuestra manera. No hagamos lo mismo con Jorge Bryan Díaz por amor al basketball, no lo frustremos antes de tiempo y si las críticas van a venir que sean para mejorar y no para cavar nuestra propia tumba.

El camino fue largo, sufrimos todos por igual éstas semanas con opiniones divididas y demás novelas pero llegamos a poner un pie en el barco. El Repechaje, allá vamos contra 17 equipos adicionales de todas partes del mundo (divididos en tres grupos de 6) con un nivel de juego alto porque todos los países representativos querrán llevar su mejor talento. Y basándome en ésto, no la vamos a pasar muy bien.

Los muchachos dieron el todo por el todo y más que orgullosos debemos estar pero dentro del marco realista que pretendemos ignorar todo el tiempo no vemos la debacle que tenemos. Cuchocientos coaches en un ciclo demuestra inestabilidad, improvisación y poca planificación. Lamentablemente así se ve y así se siente, y no es culpa de quién pone la bola en la cancha, no se de quién sea la culpa -porque no quiero señalar- pero hay que enderezar el barco.

¿Quién tomará el mando? ¿Qué jugadores se comprometerán? ¿Qué jugadores dirán que no? ¿Moverán la fecha del Baloncesto Superior Nacional? ¿Veremos cambios significativos?

Son más preguntas que antes, y sin respuesta. Se debe trabajar lo antes posible con ésta situación comenzando con mover la fecha del torneo local y que nuestros jugadores tengan tiempo de descanso, práctica y disminuir el riesgo de lesiones por fatiga. Se debe acabar eso de rogarle a jugadores, de negarle un descanso o señalar algún nuyo porque no nació en Peñuelas o Aguadilla.

El mando debe tomarlo el mejor preparado. ¿Quién será? No sé, pero el que venga deben dejar que haga su trabajo como lo hizo Pitino, traer su filosofía y si es posible adoptar un tanto la misma.

Por eso me pregunto ¿Y ahora qué pasará? Con el pase olímpico rodeando nuestras ideas se nos infla el corazón y se nos nubla la razón.

Twitter - @AmedCervantes




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