BASEBALL

viernes, 17 de agosto del 2018
Memorias imborrables con Héctor Rafael y el Solá Morales
"Da unos pasitos a su derecha. Está esperando, esperando, esperando, de canasta, y fuera el hombre"...

Escucho esa frase del narrador de narradores, Héctor Rafael Vázquez (QEPD), y me imagino a Jerry Morales capturando un 'fly' en el 'center field' del Yldefonso Solá Morales en medio de un partido en la década del 70.

Que exquisitez rememorar cuando Nate Colberg, Guillermito Montañez o Mike Schmidt venían a la caja de bateo, y "el premier" los introducía con aquella frase que decía: "Es un bateador de potencia, distancia y frecuencia"... Pero, igualmente, si cogían un strike tírándole con swing de verja, no podía faltar la exclamación de "¡¡ A swing completo !!"

Así fue como yo, un niño de escuela elemental, hice del Solá Morales mi segunda casa. Me enamoré del béisbol acompañando a los juegos de pelota de los Criollos a ese que ustedes conocieron como Héctor Rafael, pero que yo le decía "Papi".

"Gracias, Martín"...

Eran los años 70. Entonces, era común ver el "establo" de la Yegüita con la mayoría de sus butacas ocupadas. Hasta filas en los baños y cantinas había. Por su puesto, ésto con mayor regularidad cuando visitaban los Cangrejeros de Santurce o los Leones de Ponce.

Los cascos azules y el uniforme gris santurcino eran vestidos por figuras como Ron Cey, aquella 3ra base de los Dodgers que apodaban 'el Pingüino"; Elrod Hendricks, el catcher de los Orioles y de Islas Vírgenes, que jugaba como nativo; o un pitcher de nombre Jim Palmer, también de Baltimore y Hall Of Famer, que rehabilitó su brazo en Puerto Rico gracias a la confianza del entonces gerente general, Hiram Cuevas.

Y los ponceños no se quedaban atrás con el poder de Otoniel Vélez y Roger Freed, y la defensiva de David Roselló en el campo corto, y Jorge Roque y 'Torito' Meléndez en los jardines. Era una rivalidad entre estas tres novenas de mucha intensidad y respeto.

"¡¡ Apunta Cucho !!"... Ese era el grito de advertencia de Héctor Rafael para informar cómo iban los otros dos desafíos de la liga. Seguramente decía que, en el Cholo García, Jim Dwyer dio el hit de poner arriba a los Indios de Mayagüez, mientras que en el Rodríguez Olmo, en Arecibo, Dannny Walton conectó cuadrangular para los Lobos...

Así era una noche o tarde dominical en el vetusto Solá Morales o a través de un radio transistor. No había celulares, ni internet, mucho menos redes sociales, pero se vivía el deporte con una pasión única, inigualable y contagiosa. Era, "La emoción del béisbol"...

Adios hogar Criollo, hasta nunca mi segunda casa, aquella donde conocí al inconfundible "Pastor", el caballero manco que siempre estaba entre la gente en las gradas, con su amable personalidad y desprendimiento. Allí, en el viejo Solá Morales, cuando tenía grama natural, compartí con José Manuel Cora, sí, el padre de Alex, el actual dirigente de los Red Sox, haciendo entrevistas frente al dugout en la antesala radial al juego.

Cinco años separan la partida y despedida de ambos protagonistas de este escrito. Vázquez falleció en mayo 2012, mientras que el parque de la urbanización El Verde abrió sus puertas al béisbol profesional por última vez en enero 2017. Los dos perduraron tres cuartos de siglo.

En paz descansen, y tranquilos, pues ambas memorias quedarán imborrables en la historia deportiva, social y folklórica del Valle del Turabo. "¿Qué te parece, Cholito? "

Sobre el nuevo estadio Sullivan que se construye en Tomás de Castro, Caguas, sólo tengo que decirles que "Necesitan 3 para empatar, 4 para ganar, yyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy se les está haciendo tarde"...

Sin dudas, "Caguas sabe a béisbol"...

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