BASKETBALL NBA

domingo, 17 de abril del 2016
El Legado de Kobe
3 de noviembre del 1996.

Piensen todos por un momento dónde se encontraban para esa fecha hace 20 años atrás, les pido hagan ese ejercicio. En mi caso, yo era un estudiante cursando el 6to Grado en el Colegio Marista, época dorada del deporte Seahawk, cúspide de la versión correcta del "Voleibol Total" del Grillo Avilés en Alturas de Torrimar.

Mientras tanto, estrenándose en el profesionalismo saltando etapas de crecimiento y desarrollo aparece un adolescente de nombre Kobe Bean Bryant con la autoestima altísima, dotes físicos Grado A y sueños de grandeza y eternidad en el Olimpo de los dioses del Baloncesto. Precoz, muy ávido, hijo de baloncelista profesional por quien conoció la enebéa, Italia, el negocio y la lucha. Debutaba con los Lakers de Los Ángeles esa noche de noviembre del '96, franquicia a la cual profesó infinita lealtad, ciudad donde mandan las luces, Hollywood, Sunset Boulevard, Rodeo Drive, Beverly Hills, Santa Mónica, Sepúlveda Blvd, el cine y la música... pero una ciudad lista para ser embelezada por el nuevo sheriff del mejor espectáculo que tiene el "Tinsel Town": the LakeShow.

Kobe Bryant, "el Black Mamba" termina su carrera bajo una noche de estrellas, memorias y reconocimiento unánime del globo terráqueo de esquina a esquina. Su performance en esta clausura es digno de libreto hollywoodense, brindando "in crescendo" una despedida de la categoría que merece semejante escenario de epopeya en el Staples Center. Benditos sean quienes lo vivieron con su asiento/boleto, testigos directos.

#ThankYouKobe

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Soy pro-Kobe. Soy Laker primero, pero soy pro-Kobe. Su profesionalismo, carácter, pasión, amor propio, fortitud testicular y fantasía son admirables, no importa el color de la camiseta que apoyemos. Esta súperestrella del deporte mundial me mostró dos versiones "in situ" de su grandeza, las viví en persona:

1) durante el proceso legal en su contra por los sucesos en Eagle, Colorado. En esta etapa de la novela yo era estudiante-atleta en Los Ángeles, CA y seguí minuto-a-minuto todo en esa campaña dentro y fuera de la cancha. Se creció tal cual Aquileo en Troya. Su vida en "juego", pero jamás claudicó en su rendimiento en la cuadra. Llegaba tarde, volaba en las mañanas desde Van Nuys Airport (jet privado) y regresaba al "Golden Bear State" para entretener y ganar. La marca de la casa. Inolvidable aquel 2003-2005 por sus proezas y nivel de presión. Perdió todo: sponsors, credibilidad y cariño del público. No importa, pues lo recuperó todo y sobrepasó lo que había adquirido por mérito propio. No recuerdo un atleta de alto rendimiento resucitar su imagen a base de esfuerzo como lo logró Kobe Bryant.

2) en la previa de los XXX Juegos Olímpicos Londres 2012 cuando estuvo consistente por espacio de 45 minutos atendiendo a la prensa anglosajona, para luego atender a la prensa mundial en Español e Italiano... perfecto. Un crack, mega crack del Olimpismo.

Que el nombre de Kobe Bryant sea un emblema y la grandeza con sus Lakers el escudo para todos aquellos que ignoran el valor de extraterrestres como este baloncelista. Un atleta que deja la competencia activa para ascender al Monte Olimpo de la mano de Dios, sí ese que le regaló el talento natural para beneficio de todos los que bebimos champagne con sus triunfos... y de sobra.

Gracias, Kobe. Te debemos la eternidad, te extrañaremos. El gusto fue nuestro, la gloria es tuya.

Atentamente,

Julio Gabriel Acevedo De Jesús,
Gaby.

ARTE GRÁFICO: LobCityBall






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