Desde que terminó el torneo 2016 del Baloncesto Superior Nacional venimos denunciando un alarmante patrón de incumplimiento en los pagos por parte de algunos apoderados, entre ellos Bayamón, Santurce, Guayama, Humacao (ya saldaron), y San Germán.

Producto de esos incumplimientos, varios apoderados han anunciado las dificultades económicas que atraviesan sus franquicias, y muchos de ellos presentaron su intención de recesar para el torneo 2017. Equipos tradicionales como San Germán y Bayamón solicitaron receso, al igual que Manatí, Arecibo y Santurce. De ese grupo, sólo San Germán y Santurce lucen encaminados a recesar en el 2017.

El caso de San Germán es entendible: poco respaldo del comercio local, incertidumbre con asignaciones gubernamentales y un tibio apoyo de la fanaticada pone en riesgo de no salir al tabloncillo al equipo que juega en la llamada "Cuna del Baloncesto" en Puerto Rico.

Pero el caso más bochornoso y escandaloso es el de Santurce. Tras la salida del empresario Angelo Medina cuando vendió la franquicia al Sr. Ariel Rodríguez, se creó una expectativa positiva en el equipo.

El experimentado Rolando Hourruitiner se haría cargo de las operaciones del equipo, y los Cangrejeros presentarían un coaching staff de primera con Julio Toro al mando, asistido por "Mundi" Báez y "Chino" Torres. A mitad de torneo unieron al técnico de la Selección Nacional, Eddie Casiano.

En adición, presentaban un elenco de primera, con Mike Rosario (adquirido en cambio por Isaac Sosa desde Ponce), Javier González, Damion James, Leon Williams, Kevin Hamilton y Javier Mojica, entre otros. Sin embargo, el respaldo de la fanaticada nunca llegó, y los Cangrejeros sucumbieron nuevamente en los "playoffs".

Luego llegaron rumores de falta de pago en Santurce, que luego fue confirmado por el apoderado, quien admitió haber perdido la friolera de $800 mil en una sola temporada. Con esos truenos, era lógico que Santurce no participaría, a no ser que apareciera un "salvador" para la franquicia. Ese alegado salvador parecía haber llegado en la figura de Enrique Calderón, quien años atrás había intentado entrar como apoderado de Bayamón, pero retiró su nombre antes de ser considerado por el Comité de Nuevos Apoderados. Finalmente Calderón fue rechazado por el Comité, dejando en el limbo a la franquicia santurcina.

Es aquí que la liga pierde credibilidad, a mi entender. Ya cuando la información de que Ariel Rodríguez no volvía como apoderado era pública, pero antes de que Enrique Calderón fuera presentado como propuesto apoderado de Santurce, los Cangrejeros hicieron dos cambios de jugadores con los Piratas de Quebradillas.

En la primera transacción, los Cangrejeros enviaron al escolta Javier Mojica a Quebradillas a cambio del veterano francotirador Elías "Larry" Ayuso. En la segunda transacción, los Cangrejeros enviaron a Mike Rosario a Quebradillas a cambio de Christian Dalmau.

Ambas movidas fueron altamente cuestionadas por los fanáticos, ya que significaba no sólo el desmantelamiento de la franquicia de Santurce, sino que era una irresponsabilidad que el apoderado que está tratando de vender una franquicia, salga de jugadores importantes, devaluando la franquicia a ser vendida, y por ende, la calidad del elenco.

La transacción de Mojica fue aprobada por la liga. La transacción de Mike Rosario fue rechazada inicialmente, pero luego fue aprobada. Christian Dalmau vetó el cambio, pero el Director de Torneo, Alfredo Morales, rechazó el veto de Dalmau, alegando que éste último no estaba bajo contrato con Quebradillas, sino que era reserva.

En nuestra opinión, el BSN no tiene credibilidad. Cómo es posible que la liga apruebe cambios a una franquicia que ha anunciado su intención de no jugar en el 2017? Es totalmente incomprensible las decisiones que toma la liga, en momentos que el deporte pasa por una seria crisis económica.

Después se preguntan por qué la gente en Puerto Rico sigue más el baloncesto norteamericano que el de nuestro país. El día que los directivos de la liga dejen los movimientos sospechosos, será el día que la gente podrá confiar nuevamente en la liga.

Pero para eso hace falta voluntad. La tienen?