Esta Serie Mundial reconfirma algo que vengo planteando desde el año pasado cuando muchos en Puerto Rico elogiaron unánimemente a Carlos Correa, muy merecido, por cierto, pero, olvidaron injustamente a otros tantos peloteros puertorriqueños, igualmente jóvenes y talentosos, que venían brillando a la par con CC1.

Para esta fecha en 2015, hubo un desbalance en la cobertura y crédito a jugadores como Francisco Lindor, Eddie Rosario, en Grandes Ligas, y lanzadores como José Orlando Berríos, José De León y Edwin Sugar Díaz, en destaque en las Menores.

Lamentablemente, esta temporada Correa y sus Astros quedaron fuera de los playoffs. Afortunadamente, Lindor y Javier Báez llegaron a la Serie Mundial. Desde Angel Pagán con San Francisco 2014, y el combo de Yadier Molina y Carlos Beltrán en 2013 con St.Louis, Puerto Rico no generaba tanta expectativa en una Serie Mundial. Y ahora más todavía, considerando dos puntos importantes:

Primero, el factor rivalidad, uno vs el otro, con Báez en la Nacional, y Lindor en la Americana. Y segundo, distinto a Yadier, Beltrán y Pagán, estos dos infielders son, junto a CC1 y todos los antes mencionados, la columna vertebral de la nueva cepa de potenciales estrellas que deben obsequiar a la fanaticada boricua no menos de 15 años del mejor béisbol del patio en MLB.

En este mano-a-mano entre el 2da base de Caguas, y el SS de Bayamón, está el factor simultaneidad. Ambos fueron seleccionados en la 1ra ronda del mismo sorteo, 2011, o sea, un año antes de CC1. No sólo fueron escogidos el mismo año, y en la misma ronda, sino que se fueron back-to-back. Lindor fue la selección #8 por Cleveland, y Báez el #9 con los Cubs.

Ambos, se mudaron con sus familias, de Puerto Rico a Florida, en edades similares, comenzando adolescencia.

Los dos atraviesan por sendas postemporadas.

Lindor, de 22 de edad, lleva de 31-10, 2 homeruns, 2 dobles y 4 RBI, más un guante y una corrido de bases extraordinarios.

Báez, de 23 años, igualmente ha sido pura chispa para Chicago en octubre. Lleva 13 hits en 38 turnos, 1 jonrón decisivo, 7 empujadas y 2 robadas. También ha sido estabilizador en el cuadro interior en la defensiva de los Cubs.

Quizás Báez tiene la ventaja de no tener que cargar la ofensiva de Chicago, como lo tendrá que hacer Lindor en Cleveland. Javier está rodeado por más talento ofensivo del que tiene Francisco a su alrededor, con bateadores del calibre de Anthony Rizzo, Kris Bryant, Jason Heyward, Addison Russell y Kyle Schwarber.

Pero, si Cleveland llegó hasta aquí, ganando 7 de 8 partidos contra Boston y Toronto, algo tienen en esa tribu.

Con cualquiera de los dos tendremos un PRño campeón de la Serie Mundial. Sin Correa, pero con pantalones largos...