BASEBALL MLB

lunes, 26 de octubre del 2015
Las 5 mejores Series Mundiales del Siglo 21 - Parte III
Tercero de una serie de 5 artículos sobre las mejores cinco Serie Mundiales del Siglo 21.

#3 2011
ST. LOUIS CARDINALS vs TEXAS RANGERS -7 juegos

Para los peloteros, sin importar su nacionalidad, una de las mejores experiencias que pueden vivir dentro del béisbol es jugar una Serie Mundial. Ganar una Serie Mundial es el tipo de logro que independientemente de los números individuales del jugador le asegura un lugar en la historia; por lo que pocas experiencias pueden ser más dolorosas para un pelotero que perder dos Series Mundiales consecutivas.

Eso era lo que intentaban evitar los Rangers de Texas cuando llegaron a la Serie Mundial del 2011, luego de haber perdido el año anterior ante los Giants de San Francisco en 5 juegos.

Dejando en el pasado la derrota en el Clásico de Otoño del 2010, los Rangers tuvieron una magnífica serie regular con récord de 96-66, ganando la división y despachando en los playoffs a los Rays de Tampa Bay y a los Tigers de Detroit, convirtiéndose en el primer equipo de la liga Americana en llegar a dos Series Mundiales consecutivas desde que los Yankees de Nueva York lo hicieron en el 2000 y en el 2001.

Por otra parte, los Cardenales de St. Louis tuvieron una temporada discreta en la que finalizaron en segundo lugar de la división Central en la liga Nacional, detrás de los Brewers de Milwaukee.

St. Louis demostró en la postemporada porque es el equipo emblemático de la liga Nacional y despacharon a los Phillies de Philadelphia en 5 luchados encuentros, para luego vencer en la serie de campeonato de la liga Nacional a su rivales de división, los Brewers.

Los Cardenales pasaron a la Serie Mundial, la que sería la numero 6 en la carrera de su dirigente, Tony La Russa, quien llegó a 3 Serie Mundiales durante los ochenta con los Atléticos de Oakland y que ahora iría a su tercera con la novena de St. Louis.

La serie fue tan cerrada como se esperaba, con 4 encuentros siendo decididos por menos de 2 carreras, y no defraudó a la hora de llevar emoción al público.

El primer juego fue una apretada victoria para los Cardenales gracias a un hit remolcador en la sexta entrada del bateador emergente Allen Craig, dandole la victoria a Chris Carpenter en lo que fue un duelo de lanzadores entre Carpenter y el zurdo C.J. Wilson.

El segundo duelo también fue una batalla de serpentineros, donde en la novena entrada, el cerrador de los Cardenales, Jason Motte, no pudo contener la ventaja de una carrera que su equipo le había entregado, permitiendo dos carreras y viendo como se les escapaba una victoria a St. Louis que los podía haber puesto 2 juegos a 0.

Uno de los pocos juegos que no fueron cerrados en la serie fue el tercero, y el causante de que no fuera cerrado tiene nombre y apellido, Albert Pujols.

Pujols, llegó al tercer juego de la serie sin haber conectado un solo hit, pero su amplia experiencia en este tipo de escenarios lo ayudó a que no se desesperará en el plato y pudiese tener una de las más memorables hazañas en la historia de la Serie Mundial.

El primera base dominicano castigó brutalmente el pitcheo de los Rangers, bateando de 6-5 con dos hits, 3 cuadrangulares, 4 carreras anotadas y 6 empujadas en lo que fue una aplastante victoria de 16-7 para los Cardenales.



En el juego Pujols realizó varios récords para un juego de Serie Mundial, como empatar la marca de 3 jonrones en un juego que poseían Babe Ruth (1926 y 1928) y Reggie Jackson (1977), y estableció un récord al batear de hit en cuatro entradas consecutivas (la 4ta, la 5ta, la 6ta, y la 7ma).

También rompió récord al batear 5 hits en el encuentro, máxima cantidad para un juego de Serie Mundial, rompió el récord de carreras empujadas en un juego con 6, y la mayor cantidad de bases totales en un juego con 14 bases ( 3 homeruns y dos hits).

Tras el bochorno del tercer juego, los Rangers apretaron de gran manera desde el montículo, ganando el 4to y 5to juego al solo permitir 2 carreras entre ambos encuentros.

Esto puso a Texas a las puertas de su primer titulo en la historia de la franquicia, pero tratándose de una histórica franquicia como los Cardenales, la serie estaba lejos de acabarse.

Entonces llegó otro juego sumamente determinante de la serie, cuando en el 6to encuentro ambos equipos dieron todo, intercambiaron ventajas durante todo el juego, hasta que en la novena entrada, los Rangers dominaban 7-5 con su estelar closer, Neftalí Feliz con la responsabilidad de darle a la novena dirigida por Ron Washington su primer anillo de campeón de las Grandes Ligas.

Pero tras un doble de Pujols y una base por bolas a Lance Berkman, el calientísimo tercera base, David Freese conectó un triple al right field que trajo las carreras del empate al plato, manteniendo vivos a los Cardenales.



En el décimo episodio, los Rangers tomaron la ventaja con un enorme bambinazo de Josh Hamilton que los puso al frente 9-7, pero inmediatamente St. Louis empató el juego a 9, fabricando sus carreras con los últimos bateadores de la alineación.

En la entrada número 11, David Freese se encargó de que se diera un séptimo juego al conectar un cuadrangular por todo el central, rompiendo el corazón de los Rangers, quienes estuvieron a tan solo un out de coronarse campeones.



Tras el sexto juego, el analista de beisbol Buster Olney, señaló que ese encuentro debía ser “el mejor en la historia del beisbol”.

El séptimo juego fue uno con menos emociones, principalmente porque los Cardenales mostraron esa garra que los ha convertido en una franquicia histórica, y desanimaron a los Rangers, quienes todavía no odian creer como se les había escapado el 6to encuentro.

Texas tomó ventaja de 2-0 en la misma primera entrada, pero igualmente que en el 6to juego, los Cardenales respondieron inmediatamente con un doble impulsador de dos carreras de Freese, viendo como se empataba el juego.

En la tercera entrada, Allen Craig conectó un bambinazo que le dio la ventaja 3-2 a St. Louis, estos conservaron la misma y añadieron 3 carreras en ruta a la victoria de 6-2, consiguiendo su campeonato numero 11, máximo para un equipo de la Liga Nacional.

Así como hemos mencionado en los artículos anteriores, esta serie también ofreció mucho detalles de lo que son las claves de la Serie Mundial.

Una de ellas fue la de Pujols. No importa cuan mal este luciendo, las super estrellas como Pujols tienen la capacidad de pasar la página y dar una demostración histórica siempre a su alcance. No cometan el error de subestimarlos ni por un segundo.

Otra lección importante fue la de la importancia del relevo. Es cierto que los lanzadores abridores son la piedra angular del cuerpo monticular de un equipo, pero el relevo es quien hace valer el trabajo de los abridores. Pregunte a los Yankees como les ha ido desde que se retiro su histórico cerrador, Mariano Rivera.

Y por último, si usted enfrenta a franquicias de tradición, como los Yankees o los Cardenales, asegÚrese de enterrarlos, porque si los deja vivir, esos equipos se encargarán de pasarle factura y hacer historia.




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